La primer edificación del pueblo se comenzó a construir en 1935; una casa de adobe de 8 habitaciones que albergaría a la familia durante el verano y algunos fines de semana. Los materiales utilizados para la construcción e incluso los víveres tenían que adquirirse inevitablemente en Alta Gracia, a más de 50km de allí. En poco tiempo, la llegada de conocidos de la familia hizo que la construcción destinada a casa de veraneo comenzará a funcionar como una pequeña hostería. Algunos de los visitantes, atraídos por la belleza de la zona fueron convirtiéndose en los primeros habitantes de La Cumbrecita.