El Puerto de Bergen es uno de los rincones más bonitos que conocí en Noruega. Ha sido un puerto y lonja pesquera desde hace siglos y ahora es uno de los puertos con más movimiento del país. A un precio irrisorio puedes comer marisco de la mejor calidad recién pescado, así como sándwich y bocadillos típicos noruegos con hechos del mismo marisco.