Peñafiel constituyó junto con su castillo un punto fundamental en la línea defensiva del Duero, tanto para cristianos como para musulmanes allá por los siglos IX y X. Desde el cerro, el castillo dominaba los valles de los ríos Duero, Duratón y Botijas, y protegía a la población.
El Museo Provincial del Vino se instaló en el Castillo de Peñafiel en el año 1.999 y desde ese momento recibe una media de 100.000 visitas al año, unos números que han convertido a esta fortaleza en ‘lugar de peregrinación’ para los amantes del turismo cultural y del enoturismo.
Una visita al Museo Provincial del Vino es un recorrido por la historia y la cultura del vino que acerca al turista las técnicas de producción y elaboración de alguno de los caldos más afamados del mundo. En la sala de catas es posible realizar una degustación guiada de diversos vinos de la Denominación de Origen Ribera del Duero, así como asistir a cursos y catas profesionales.