El Tren de la sabana comenzó a prestar servicio en el año de 1887 para unir a la ciudad de Bogotá con las poblaciones de Facatativá y Zipaquirá.
En 1917, se inauguró la
Estación de La Sabana, desde donde salían los trenes que conectaban Bogotá con el resto del país. El tren de la sabana determinó en gran parte la dirección en que la ciudad se desarrolló y creció.
Pero el tren fue perdiendo su importancia gradualmente debido a que las poblaciones que éste conectaba se integraron al área urbana de Bogotá a través de otras formas de transporte.
Las limitaciones técnicas en general del tren desembocó en la liquidación de los Ferrocarriles Nacionales de
Colombia y junto a estos el Ferrocarril de la Sabana (1982-1990)
Algunas líneas férreas del Tren de la Sabana fueron rehabilitadas a finales del Siglo XX (1993), como
un servicio recreativo y turístico a bordo de un tren clásico con antiguas locomotoras a vapor amorosamente restauradas y disfrutar del paisaje de la sabana ( una verdadera meseta de 2600 m de altitud), la comida
colombiana, la música de la banda papayera y un gran servicio.
La gran lección es que contra el vicio de desechar lo viejo, la imaginación puede recrear nuevas utilidades que nos deparen disfrutes impensados como ahora lo hace este Turistrén a vapor. ¿No os parece?