En efecto
Master, todo un campo de utilidad se abre para estos pequeños ingenios voladores.
Sus características principales son: su versatilidad, su agilidad y facilidad de uso, y su bajo costo. Todo esto hace que quede al alcance de cualquiera, aunque su utilización queda regulada por leyes, y estas exigen autorizaciones y determinan responsabilidades.
El problema estriba, como con toda herramienta que el progreso pone en nuestras manos, en que siempre hay una alternativa perversa: el posible uso dedicado al mal.
Pero vaya, de momento, las perspectivas son muy positivas.