Asentado en el collado de Ibañeta y último pueblo de la comarca de Auñamendi, fué vía de
paso utilizada desde la prehistoria para adentrarse en la península Ibérica. Pero lo realmente importante son sus construcciones. Lo que más impacta al llegar a este pueblo cobijo de caminantes y de encuentro de culturas es su conjunto artístico monumental medieval como la Colegiata, la tumba del Rey Sancho VII, el Fuerte y el antiguo hospital de peregrinos.