Si navegamos (R 120º) a distancia 1,3 mn del puerto de L’Escala, nos encontraremos frente a los acantilados del Montgó 105 m (snm), un curioso perfil montañoso que desciende a nuestra izquierda hasta besar el agua en una baja punta que nos hace imaginar cosas.
En lo más alto podemos vislumbrar como asoma la corona de la torre vigía del Mongó, y el mirador oxidado de un antiguo búnker de la Guerra Civil. (adjunto 1)
“La torre vigía del Montgó es una torre de defensa contra la piratería, construida en el año 1598 por orden de para proteger a los pescadores de L'Escala y l'Estartit.
Se trata de una torre de planta circular, con la base ataludada, construida con piedra de varios tamaños desbastada, dispuesta en hiladas regulares y atada con mortero de cal . Formada por planta baja y dos pisos. La torre presenta una puerta en la planta baja, aunque la puerta principal se encuentra en el primer piso y se accede desde el exterior por unas escaleras de hierro actuales. Las puertas también son de hierro. En la parte superior, la torre tenía cuatro matacanes de los que sólo se conservan restos de las ménsulas de sostén. Al nivel del primer piso, hay varias aspilleras cuadradas, distribuidas regularmente en grupos de tres, para armas de fuego. Por lo que respecta al interior, los niveles están cubiertos con bóvedas cupulares de piedra dispuesta concéntricamente. Del primer piso, destacan los arcos rebajados de piedra, dispuestos a modo de hornacina dentro del muro perimetral de la torre, algunos utilizados para facilitar la defensa del elemento a través de las aspilleras. El piso superior es descubierto.” (wiki).
“EL búnker, forma parte de los Búnkeres L-6 de l’Escala construida a finales de los años 40 del s. XX, dentro del Plan defensivo elaborado por la Comisión Mixta del Artillado de la zona de la bahía de Roses. Los búnkers, estaban armados por cuatro cañones de acero con un alcance de 8.900 m., provenían de barcos de la Armada adaptados por el ejército en cañones reglamentarios.
La construcción de los Búnkeres L-6 tuvo una actividad muy corta, con la llegada de la Guerra Fría, en los años cincuenta, los cañones quedaron en desuso y las instalaciones completamente obsoletas. Posteriormente con la subvención concedida por el Memorial Democrático de la Generalitat de Cataluña, tras varios años de abandono y objeto de vandalismo, fueron rehabilitados, se limpiaron, pintaron y vallaron para garantizar su conservación actual.” (redcostabrava).
Pero lo más curioso, desde el punto de vista geográfico y anecdótico, es que si vemos el Montgó desde lo alto, nos chocará la apariencia que ya imaginábamos desde el mar, y es que, la punta de la península en su extremo inferior parece totalmente la cabeza de un cocodrilo con sus patas.
Para mayor énfasis, dicha punta se llama de “Trencabraços” (rompe brazos). ¿Quizá muerda el cocodrilo?
(adjunto 2)