Muchos de estos edificios romanos se habrian conservado si la roca no se hubiese dedicado a servir para construir otros edificios, como por ejemplo a la construcción de San Pedro (Vaticano).
Era mas barato usar la piedra de estos grandes edificios romanos que picarla en las canteras y luego transportarla.
Algunas inscripciones en el templo indican que fue construido hacia el 27 a.C.Sin embargo, tras investigaciones efectuadas en el siglo XIX se supo que en realidad, el templo de Agripa fue destruido, y que el existente actualmente es una reconstrucción realizada en tiempos de Adriano (entre los años 123-125).
Este panteón es la única construcción del Imperio Romano bien conservada hasta la fecha, cuya edificación comenzó en los años 27-25 antes de nuestra era, bajo el mando de Agripa, yerno de Julio César Octavio Augusto. El panteón, consagrado a los dioses del monte Olimpo, es una obra arquitectónica clásica del período de Augusto.
Todo un monumento a la grandeza de la Era de los Descubrimientos, el Monasterio de Santa María de Belém, tal su nombre original, fue construido al regreso de Vasco da Gama de su histórica aventura marítima.
El dinero obtenido con el comercio de las especias impulsó al rey Manuel I a solicitar a la Santa Sede la autorización para la construcción de un gran monasterio a la entrada de Lisboa, en las márgenes del Tajo. Manuel I quería, en realidad, utilizarlo como panteón para la dinastía real Avis-Beja, por él iniciada.
Las obras comenzaron en 1501 y se extendieron durante todo el siglo XVI. Durante su construcción se sucedieron prestigiosos arquitectos: Diogo de Boitaca, João de Castilho, Diogo de Torralva y Jerónimo de Ruão son algunos de los que participaron en la obra.