Considerado el mayor Buda en piedra jamás construido, dirige al horizonte su mirada serena mientras las corrientes de agua se quedan a tan sólo un palmo de acariciar sus pies descalzos. Los demás sólo podemos observar hacia arriba y no encontrarle máculas a este coloso que ha formado parte de la accidentada geografía sichuanesa en los últimos doce siglos.
La montaña es Buda y Buda es la montaña. En esta sentencia local se funden ambos conceptos, los cuales no se comprenden el uno sin el otro cuando se contempla por primera vez la magnitud del Gran Buda de Leshan. La confluencia de los ríos Dadu, Qingyi y Min, en el corazón de la provincia china de Sichuan, tan rica en lugares sagrados como en albergar los últimos osos panda en sus bosques de bambú, se convierte en el punto señalado para encontrar uno de los monumentos religiosos más impresionantes en todo el continente asiático.
Su construcción total alcanza los 71 metros de altura, su cabeza posee 15 metros y sus dos orejas, 7 de largo cada una y el ancho entre los dos hombros, tres metros. Esta obra tiene la misma altura que la Montaña y pisa a uno de los tres tres ríos que atraviesan el lugar. Se trata de un verdadero colosal y a la vez, de la mayor figura tallada en un peñasco.
Por todas sus características y magníficas condiciones, la Montaña Emeishan y el Gran Buda en Leshan, fueron ambos incluidos en la lista de los patrimonios mundiales de la humanidad en el año 1996.
Mi foto del Buda de Leshan el otoño pasado... desde arriba, pero no tanto. Como referencia de tamaño hay una persona al fondo, siguiendo la linea de la ceja derecha...
Leshan Buda - La imagen de Buda en piedra sentado más alta en el mundo
El Gran Buda en Leshan forma parte inseparable de la zona del pintoresco paisaje de Emeishan. El Gran Buda se encuentra en la Montaña Linheshan, donde convergen los ríos Mingjiang, Qingyi y Daduhe. Esta hermosa escultura comenzó a tallarse en la montaña en el año 713 con el fin de atemorizar al demonio del agua, obra que fue concluida 90 años después.