Así, el pintoresco pueblo de Agüero es conocido por estar a la sombra de los espectaculares mallos de Agüero. Estos mallos son formaciones de roca rojiza de cientos de metros de altura que han llegado hasta nuestros días esculpidas por la erosión. Aunque no son tan conocidos como los mallos de Riglos, su visión impresiona.
Agüero es un pequeño pueblo de la provincia de Huesca que cuenta con poco menos de 130 habitantes y pertenece a la comarca de la Hoya de Huesca. Lo más fascinante de esta localidad es la sorprendente formación rocosa bajo la que se encuentra. Se trata de los mallos de Agüero, límite natural entre la montaña pirenaica y el Somontano.