Antiguamente, esta población era eminentemente agrícola y ganadera, predominando los cultivos de azafrán, algodón, tabaco. El pueblo de Candeleda es ahora centro de atracción turística y reserva ecológica; un lugar mágico. Mágico por sus parajes y arboledas, por sus gargantas, arroyos y manantiales, por los picachos y roquedales de la sierra y por sus tradiciones.
Candeleda es un pueblo de la provincia de Avila, al sur de la Sierra de Gredos y en pleno Valle del tiétar. Su emplazamiento, al abrigo de los cierzos y en la depresión más profunda de Castilla, 252 metros sobre el nivel del mar, propicia un microclima que facilita el mantenimiento de una exuberante flora, donde se dan cultivos como el kiwi y el naranjo entre otras especies.