Este proyecto consiste en un abordaje fotográfico de esculturas emplazadas en el Parque Rodó. Las imágenes fueron realizadas por estudiantes de fotografía del IENBA que trabajaron a partir de una premisa curricular: producir fotografías que ofrecieran una mirada personal sobre las esculturas del parque.
Se entiende por mirada personal una aproximación motivada por lo subjetivo. También, por una búsqueda propia en la escultura como obra de otro artista y en la interacción de esta con el entorno y con el público.
Una de las cosas que más echa de menos una madrileña en Montevideo son los churros.
Por suerte, hay Churros Manola en el Parque Rodó, donde se puede comer unos churros igual de ricos que en casa.
La Playa Ramírez es la primera después del Puerto, situada frente al Parque Rodó. Es uno de los paseos emblemáticos de Montevideo, tanto en verano (arenas limpias y aguas aptas para baños) como en los meses fríos, cuando la Rambla se mantiene como gran punto de encuentro de la ciudad.
Hoy es un Parque de diversiones, pero también un lugar de encuentro muy codiciado por familias, jóvenes y no tan jóvenes, con un entorno natural magnifico y una ubicación envidiable frente a la playa Ramírez, y en él se encuentran muchas obras de arte, esculturas diversas, también una biblioteca.
El Parque Rodó, originalmente, fue creado por un artista plástico uruguayo, llamado Pedro Figari, Abogado de profesión, a principios del siglo pasado, hombre de la cultura en general, especialmente de la pintura, conocido como el pintor de negros o de candombes, que tiene una historia poco conocida, en la emergencia actuando como Abogado, defendió a una persona acusada en homicidio en la ciudad de Minas, en dicha defensa se aprecian distintos aspectos, todos profundamente humanistas que dan muestra de la personalidad del pintor como más fue conocido actitudes como esa lo llevan a crear el actual Parque Rodó.
Luego tomar por la rambla, se puede ir para el muelle o, en sentido contrario, para el parque Rodó y la playa Ramirez. Si uno es un super caminador o anda en bici puede llegar a la playa de pocitos mas arreglada y en la zona elegante de la ciudad. Si a uno le gusta lo mas popular pues se queda en Ramirez donde, en ocasiones, hay espectaculos gratuitos igualmente en el parque Rodó, donde también está la feria, si todos los caminos llevan a roma,
Por la rambla uno pude conectar distintas partes de la ciudad, como la ciudad vieja o el centro con el parque rodó o zonas mas alejadas. Es un paseo que recomiendo, desde el centro se puede bajar por cualquier calle y ya se va viendo el río en la bajada.
Los niños pueden además visitar la biblioteca que un castillo alberga a orillas del lago artificial.
En su interior acoge también el Museo de Artes Visuales, para aquellas personas que no quieran dejar la cultura y el arte de lado cuando visitan el parque. El Museo se ubica en una especie de castillito que sólo visto desde el exterior también tiene su encanto.
Para recreo de la vista pueden observar el gran lago de aguas verdes con pequeñas islas que conforman un bonito y romántico escenario que además podrán recorrer en barquitas y si con toda esta oferta no tienen suficiente, el Parque Rodó se situa a tan sólo unos metros de la playa, de la Playa Ramírez concretamente. Un lugar privilegiado que le hace tener más encanto aún si cabe.
El Parque Rodó de Montevideo es uno de los parques más importantes de la ciudad, al menos es uno de los más visitados y no sólo por los turistas.
Es uno de esos lugares recomendados para pasar el día, en pareja, en familia, con y sin niños e incluso sólo, porque el Parque Rodó suele estar lleno de gente.
Y probablemente sean tantas las personas que lo visitan por la cantidad de recursos que ofrece.
Una visita al Parque nos permite, por ejemplo que los niños se diviertan en una zona de juegos habilitada para ellos, pero también hay atraciones divertidísimas para los más mayores. Algunas personas opinan que las atraciones son algo anticuadas, pero no deja de ser una posibilidad para el disfrute más.
Entre los atractivos turísticos del Departamento de San José destacan, por supuesto, sus balnearios, Bocas del Cufré o las puestas de sol de Kiyú. Recordemos que está ubicado en la cuenca del Plata. Pero también destacan otros atractivos naturales como las Sierras de Mahoma o el Parque Rodó.
El cuanto al turismo de las ciudades que componen el departamento destaca la capital. En San José de Mayo se disfruta simplemente con pasear por sus calles, especialmente en el centro de la ciudad. Su céntrica Plaza 33 Orientales y en su centro el Monumento Histórico llamado La paz de Abril. Frente a la Plaza la Basílica de San José, una construcción de finales del siglo XIX obra del escultor español Domingo Mora.
Existen diversos paseos, salidas, lugares de esparcimiento y diversas atracciones. De los tantos espacios verdes se destaca el barrio Parque Rodó, que alberga un amplio parque de 25 ha.
Es posible recorrer cada una de las playas de la ciudad, en vehículo, bicicleta o a pie, a lo largo de la Rambla de Montevideo, la cual posee una unos 22 km desde el puerto capitalino, pudiendo acceder a diversas de las más concurridas como: la Colorada, Punta Espinillo, Punta Yeguas, Zabala o Santa Catarina.
Montevideo es curiosamente la capital más jovén de Latinoamérica, fue fundada entre los años 1724 y 1730. Si bien la mayor proporción de los vuelos a Montevideo se realiza desde Buenos Aires, es importante destacar, que Uruguay recibe una gran afluencia de cruceros fluviales a lo largo del año.
Es la capital más austral de América, es el portal del Río de la Plata y concede acceso a los ríos interiores Uruguay, Paraná y Paraguay.
Un barrio muy emblemático es Ciudad Vieja, el nombre dado al casco antiguo de la ciudad. El mismo encierra las construcciones más relevantes de la era colonial y de las primeras décadas de la independencia. Son a su vez, barrios relevantes del desarrollo inicial de Montevideo los de Ciudad Vieja, Centro, Cordón, Barrio Sur, Villa Unión, La Aguada, Parque Rodó, Villa Muñoz, Palermo, Tres Cruces y La Comercial.