Las 20 islas flotantes de Los Uros, construidas con “totora” -una planta parecida al junco- y el descubrimiento de un templo sagrado, sumergido en el Lago Titicaca, son las maravillas que comparten Perú y Bolivia.
En las islas viven Los Uros, un grupo humano que ha construido sus islas que flotan en el lago navegable más alto del mundo en la región de Puno, en los límites con Bolivia quienes se alimentan de los productos del lago (peces y plantas).
Los Uros, cuyos ancestros supuestamente provienen de la Polinesia, según algunas investigaciones del Instituto Nacional de Cultura de Perú, se denominan el “pueblo del lago” o “Kotsuña”, un grupo étnico, diferente a los aymaras y quechuas.
Tiwanaku, conocida como la "Ciudad del sol" o "Ciudad de los Dioses", era una antigua ciudad preincaica, situada en el sureste del lago Titicaca, a un altura de 3844 metros sobre el nivel del mar, y a unos 70 kilómetros de la ciudad de La Paz.
Si bien hay diferentes teorías, a Tiwanacu se lo considera un centro ceremonial y un populoso centro urbano sustentado por un sofisticado sistema de agricultura en terrazas, bien adaptado para producir grano a gran altitud. La ciudad habría sido fundada alrededor del 300 d.C. Ciertas edificaciones quedaron sin terminar cuando, por razones que no se conocen, todos los trabajos cesaron hacia el 900 d.C.
La mampostería en Tiwanacu revela uno de los más hábiles trabajos constructivos de Sudamérica. Algunos sistemas de unión de los bloques de piedra reflejan un muy antiguo uso del metal con fines constructivos.
El complejo de Tiwanaku estuvo formado por un centro cívico ceremonial y una serie de sectores vecinos, que cubrían un área de cuatro kilómetros cuadrados.