Para que luego nos digan que cuidado con las emisiones de CO2, por el asunto del efecto invernadero y el cambio climático.
La localización es el Atolón Bikini (Islas Marshall), cuyo kmz ya se dió en el último post relativo a la prueba Castle Bravo. Creí que un nuevo kmz sería redundante.
La Operación Crossroads (encrucijada) consistió en dos pruebas con bombas atómicas―cada una con una potencia de 21 kilotones― realizadas por los Estados Unidos en el atolón Bikini en el verano de 1946.
El primer objetivo de estas pruebas atómicas era determinar el efecto de la aplicación de una explosión atómica sobre una flota de buques de guerra considerados como capitalship. Para ello se utilizaron diversos tipos de buques de guerra de Estados Unidos cuyo costo de reparación era muy oneroso, también fueron usados buques de guerra japoneses y alemanes a flote. En total se reunieron para la prueba unos 90 buques.
La zona de prueba elegida fue el Atolón de Bikini, en las islas Marshall, Bikini era un atolón sin importancia en el océano Pacífico, cuyos habitantes fueron expulsados a las contiguas islas de Rongerik, Killy y Asó.
El 1 de julio de 1946 se detonó la bomba Able a una altura de 158 metros, desplegada desde un bombardero B-29.
El 25 de julio de 1946 se detonó la segunda bomba, Baker, a 27 metros por debajo de la superficie del mar. Levantó dos millones de toneladas de agua2 y su hongo alcanzó una altura de 6000 m.
La geografía actual, vista por Google Earth, nos muestra las cicatrices de las pruebas nucleares, como la Castle Bravo en el atolón de Bikini, Islas Marshall, donde el 1 de marzo de 1954, el Ejército de EE.UU. detonó una bomba termonuclear.
La explosión que se esperaba produjera 4-6 megatones de fuerza explosiva produjo en su lugar 15 megatones. La nube de hongo de aire sobrecalentado, el agua y la lluvia alcanzaron los 40 kilómetros en el aire - hasta la estratosfera - y, finalmente, se extendió a cuatro continentes. Era la prueba más grande en suelo de una bomba de hidrógeno en la historia de EE.UU.
La huella que dejó es un cráter de 2 kilómetros de ancho y 80 metros de profundidad.
Como consecuencia, la contaminación radioactiva superó ampliamente las previsiones que manejaban los mandos militares de la época y acabó provocando una auténtica catástrofe medioambiental, cuyas consecuencias se vieron agravadas además por los fuertes vientos que azotaban la zona en aquellos días.
Hoy día ya tenemos material desclasificado como para ver que fue todo... Leer más ...