Quizás la más emblemática de esta primera etapa sea la gruta 257. En sus paredes se recrean escenas de la vida de Buda, incluyendo el momento en el que fue traicionado por un hombre al que previamente había salvado. Por lo que respecta al período correspondiente a la dinastía Wei del Oeste (535-556), destaca la cueva 249, donde el viajero podrá deleitarse con bellísimas representaciones de paisajes.
Asimismo, la gruta
428 data de la etapa de los Zhou del Norte (557-581), mientras que otras tantas (como la 150, 244, la 410 y la 420) pertenecen a la dinastía Sui (581-618), artífice de la reunificación de China tras 350 años de desunión.
Al margen de las indefectibles cuevas de Mogao (declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1987), cualquier visita a esta ciudad, debe incluir una visita al Museo de Dunhuang. El centro —abierto diariamente y situado en la calle de Yangguan Dong— muestra algunos objetos hallados en las grutas y en las antiguas fortalezas de Yangguan y Yumen.
A su vez, también resulta aconsejable acercarse hasta el lago de la Media Luna, ubicado a tan sólo 6 km en dirección sur. Se trata de un estanque circundado de dunas, por las que se puede...
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