Fue construido por el emperador romano Adriano, que empezó su construcción en 121. Fue inaugurado catorce años más tarde, en 135, pero no fue terminado totalmente hasta el año 141 por Antonino Pío.
Este bello templo se sitúa sobre la importante Vía Sacra, al este de la Basílica Emilia y enfrente de la Regia. Su estado de conservación es excelente, por haberse protegido de la destrucción en la Edad Media, gracias a la transformación que sufrió en el siglo XI, para convertirse en lo que podréis ver en la actualidad, la importante iglesia de San Lorenzo.
El Templo de Antonino y Faustina es una ruina muy bonita e importante y uno de los templos mejores conservados del Foro Romano dentro de la antigua ciudad de Roma, en la bella Italia.