Tras años en ruinas, la capilla del castillo se restauró en 2016, y la torre del homenaje, junto con su bastión inferior, se reconstruyó para recuperar su antiguo esplendor. En el centro de visitantes, una exposición narra la historia del castillo, al tiempo que ofrece una fascinante muestra del abundante patrimonio natural y cultural del pueblo.
Una de estas reliquias arquitectónicas del siglo XIII es el castillo de Füzér, que corona los montes Zemplén. Situado a más de 540 metros sobre el nivel del mar, este castillo se alza sobre una montaña de origen volcánico y ocupa un lugar importante en la historia. Entre estos antiguos muros de piedra, el protector de la corona de Hungría, Péter Perényi, buscó refugio tras la fatídica batalla de Mohács en 1526.
François I, consciente de la importancia estratégica de la ciudad (un próspero puerto abierto al Mediterráneo), decidió reforzar sus defensas construyendo una fortaleza inexpugnable en un islote azotado por el Mistral, pero que ocupaba una posición estratégica en la carretera de acceso a la cala de Lacydon. Esta construcción masiva y poderosamente armada debía cumplir una triple función:
**evitar que una flota enemiga invadiera la ciudad desde el mar, como ocurrió en 1423 con las tropas aragonesas;
**proteger los arsenales reales, y cubrir las salidas y entradas de las galeras allí ancladas
**reforzar el control real sobre una ciudad orgullosa y con alma independiente, agregada al Reino a finales del siglo XV al mismo tiempo que Provenza.
El mar Mediterráneo ha contribuido a la prosperidad de Marsella, pero también ha sido a veces fuente de episodios trágicos. Por ejemplo, la ciudad fue asediada por los ejércitos del Sacro Imperio Romano Germánico en 1524, y sólo debió su salvación a sus murallas y al anuncio de la llegada de refuerzos franceses.
Durante siglos la ciudad de Lublin se dio a conocer como un lugar de tolerancia, donde convivían judíos, rusos, protestantes, católicos, es decir, todo tipo de nacionalidades y religiones.
Pasear por Lublin es una auténtica delicia, comenzar en la Torre Trinitaria, desde la cual se ve la pintoresca parte vieja de la ciudad que se extiende por las colinas de Czwartek, Grodzisko, el Zamkowe (Castillo) y Staromiejskie (la parte Vieja de la Ciudad).
En la Colina Zamkowe se alza una torre defensiva, símbolo que avala las antiguas raíces de la ciudad. El Castillo de Lublin es la sede del Museo Municipal. La parte vieja es la ciudad medieval mejor conservada del país.
Desde la década de 1540, había un pabellón de caza en el río Lega, pronto se amplió hasta convertirse en un castillo y un asentamiento, ambos llamados Olecko, Margrabowa fue fundada como ciudad por Alberto, duque de Prusia, vasallo de Polonia, el 1 de enero de 1560.
Lo primero que te llamará la atención es el extraordinario emplazamiento que han elegido para construir el castillo. La elección no pudo ser más acertada. Se trata de una isla en la que confluyen tres lagos (en realidad se trata de una lengua de mar, o Lochalsh): el Loch Long al norte; el Loch Alsh al oeste; y el Loch Duich al sureste. La única manera de acceder al castillo es mediante un estrecho puente.
Estamos seguros de que no es la primera vez que has visto este castillo, ya sea en una película, en una serie o en alguna que otra publicación que haga referencia a Escocia y sus paisajes más emblemáticos. Y es que, cuando hablamos de Eilean Donan, estamos hablando de mucho más que un castillo debido a su entorno único, que lo convierte en una parada imprescindible viaje a Escocia.
La Pagoda de Chanteloup, una locura arquitectónica del siglo XVIII, se encuentra en el corazón de los castillos del Loira, en un parque de 14 hectáreas. Único testigo del castillo del Duque de Choiseul destruido en 1823, la Pagoda ofrece desde lo alto de sus 40 metros, un magnífico panorama sobre el castillo de Amboise, el bosque y el Valle del Loira.
Bonitos castillos. Todos estos últimos que has subido, forman parte de los famosos Castillo del Loira. Uno de los mayores atractivos turísticos de Francia y probablemente la ruta de castillos mas visitada del mundo.
El Castillo Real de Amboise ocupa un lugar especial dentro de la historia de Francia. Fue la residencia favorita de los reyes de Francia y la guardería de los infantes. Por sus estancias del Primer Renacimiento, este castillo vio pasar a un sinfín de ilustres invitados que dejarían en él su huella para siempre. Es también el lugar en el que descansa el gran Leonardo da Vinci.
Castillo Real de Amboise, Montée de l'Emir Abd el Kader, Amboise, Francia
Desde su promontorio, el Castillo Real de Amboise nos ofrece una vista panorámica que abraza el Loira y sus aguas desde tiempos inmemoriales. Residencia real desde comienzos del Renacimiento, este castillo fue el primero en introducir las influencias italianas en el Valle del Loira de la mano de Carlos VIII. Su construcción continuó bajo la supervisión de Francisco I, en compañía del genio toscano Leonardo da Vinci, enterrado en la capilla del castillo. El Castillo de Amboise, lugar destacado de la historia de Francia, figura entre las joyas arquitectónicas del Valle del Loira.
Ya en el siglo VI se documenta la existencia de una primera fortaleza –denominada «castrum»– en el emplazamiento del actual castillo, sobre un promontorio rocoso que domina el Loira y su valle. El Castillo Real de Blois ofrece un verdadero panorama de la historia de los Castillos del Loira, con cuatro fachadas que evocan cuatro épocas diferentes. Es el único castillo que puede vanagloriarse de haber albergado a no menos de diez reinas y siete reyes de Francia.
Castillo de Blois, Place du Château, Blois, Francia
En el siglo IX, los condes de Blois construyen una fortaleza que se irá transformando con el correr de los siglos. De este periodo se conservan algunos vestigios de murallas, la torre conocida como «du Foix» y la Sala de los Estados Generales.
Los interiores del Castillo de Chenonceau se caracterizan por la fastuosidad de la época y, de una estancia a otra, nos asombran con la riqueza de su mobiliario y sus decoraciones. Las salas están tan bien arregladas que, a veces, parece que el tiempo se hubiera detenido. El dormitorio de Luisa de Lorena llama especialmente la atención: la decoración sepulcral se debe al duelo de la mujer de Enrique III, que vivió aquí sus últimos años, retirada en esta estancia de negras paredes y repleta de atributos mortuorios. Al recorrer la majestuosa Galería de Medici no cuesta imaginarse el vuelo de los vestidos arremolinándose en el suelo de cuadros bicolores durante las grandes fiestas de la corte. Las cocinas, instaladas en los pilares del puente, presentan un gran realismo… uno casi puede sentir el olor de las marmitas inundándolo todo: el comedor, la carnicería, la despensa y la cocina, donde encontraremos muchos objetos de época. La puesta en escena de cada una de estas estancias es uno de los puntos fuertes de la visita. Todo en el castillo y sus dominios cultiva el arte del detalle y del refinamiento.
El Castillo de Chenonceau, obra maestra del Renacimiento, fascina por la deslumbrante blancura de sus paredes y las sensuales curvas de sus torrecillas. Se caracteriza por un estilo elegante y femenino que revela la influencia de las grandes damas de la historia en su arquitectura.
Es uno de los lugares más populares de la isla de Skye. No solo por el castillo, sino también por la excursion de ir a ver focas en la bahía. Ninguna de las dos excursiones es barata.
Si os quereis ahorrar un poco dinero, se puede ver el castillo por fuera, desde una parada que hay en el estrecho camino que discurre por la orilla después del parking público de este. Ma so menos un km. Y las focas tampoco es raro que se acerquen a ese punto.
El castillo original fue probablemente construido en el siglo XIII y desarrollado poco a poco a lo largo de los siglos siguientes. No se sabe con exactitud la fecha en la que el Castillo de Dunvegan fue levantado, pero sí se tiene constancia que entre los años 1340 y 1460 el tercer gobernador de Dunvegan, Malcolm, añadió una mazmorra al castillo.
El Castillo de Dunvegan se encuentra en una alto promontorio rocoso en la isla de Skye, a 1,6 kilómetros de Dunvegan, frente a la costa oeste de Escocia. Este castillo es el hogar ancestral del clan MacLeod desde hace aproximadamente 800 años. El Castillo de Dunvengan ha pertenecido desde sus orígenes al clan Macleod.
El paisaje nevado y las auroras boreales son los principales alicientes de un viaje por el norte de Finlandia. En esta región escandinava las bajas temperaturas y la escasa luz diurna durante el invierno se han convertido en reclamo turístico.
Los habitantes de la Laponia finlandesa han transformado las adversas condiciones de su invierno en atractivos turísticos; así, durante los meses de más frío las actividades se multiplican: se organizan cruceros a bordo de rompehielos, se levantan castillos y hoteles de hielo con habitaciones confortables y se circula en los trineos tirados por perros huskies o a las motos de nieve provistas de sistema GPS y calefacción.
Originalmente este pueblo veneciano era un pequeño pueblo a lo largo de la Via Postumia, la calzada romana que conectaba toda la Galia Cisalpina, el actual Valle del Po, que alcanzó su máximo esplendor en la época medieval. La construcción del castillo se remonta al siglo X dC cuando el rey de Italia Berengario I decidió erigir las murallas para contrarrestar las numerosas incursiones de merodeadores húngaros.
Soave destaca por su estructura medieval y joyas arquitectónicas custodiadas por las murallas fortificadas. Una visita a este pequeño pueblo debe comenzar absolutamente desde arriba o desde el castillo de Scaliger que vigila años de historia y cambios desde arriba.
El encanto del interior, sin embargo, no tiene nada que envidiar a la costa. El Tavoliere, la llanura más grande del sur de Italia, con sus extensiones de trigo que brillan bajo el sol de verano y que solo las alturas de las montañas Dauni interrumpen y a veces cubiertas por bosques verdes: un paisaje con un encanto único en colores, aromas y sonidos olvidados hoy. Una tierra rica en historia, contada por excavaciones arqueológicas que han sacado a la luz las huellas de las primeras viviendas, castillos medievales y muchos edificios religiosos. La cocina artesanal y auténtica alegrará su viaje a la provincia de Foggia.
Los dos guerreros, Rinaldo y Vieri, dirigiendo la partida. Lionora estaba secretamente enamorada de uno de los dos guerreros y pidió que se iluminara de blanco el castillo si ganaba el que hacía latir su corazón.
La partida de ajedrez se jugó así con personas, en la plaza del castillo de Marostica, todas perfectamente vestidas para interpretar las distintas piezas del juego: de blanco y negro iban los peones, alineados delante de la reina y el rey, las torres, los caballeros a caballo y los alfiles. Los dos guerreros, Rinaldo y Vieri, dirigiendo la partida. Lionora estaba secretamente enamorada de uno de los dos guerreros y pidió que se iluminara de blanco el castillo si ganaba el que hacía latir su corazón.