El Puente Romano sirve de enlace entre la Puerta del Puente y la Torre de Calahorra. Esta puerta está situada en la llamada Plaza Vallina, en plena zona cultural de Córdoba. La Puerta del Puente, conocida por los musulmanes como Bab al-Qantara y en el siglo XIII como Puerta de Algeciras es el tradicional acceso meridional a la ciudad desde tiempos remotos.
Ya me quedan pocas cosas de las que hablar de mi visita a Córdoba, pero quería hacer también mención a este monumento. En este lugar es muy característicos ver a todos los turistas y visitadores de la ciudad hacerse fotos a su alrededor. Es conocido como Puerta del Puente o Arco del Triunfo ya que el de Paris es tremendamente enorme.
Zuheros está casi en todas las listas de pueblos mas bonitos de España. Con sus casas blancas encaramadas en un cerro coronado por un castillo es uno de los pueblos que han sabido mantener el encanto de su arquitectura tradicional y por esa razón fue declarado Bien de Interés Cultural en 2003.
Interesante además del pueblo es la visita de la Cueva de los Murciélagos complementada con la visita al Ecomuseo (Centro de Interpretación de la Cueva) y al Museo Arqueológico.
Entre todos los monumentos de esta índole, el más significativo por su producción artística fue el Triunfo de San Rafael, situado junto a la Mezquita-Catedral, de más de veintisiete metros de altura. Se encuentra emplazado en el lugar en el que antiguamente estuvo ubicado el hospital de los apestados. Datado en el siglo XVIII, un aspecto interesante de dicho monumento es la participación de artistas de índole internacional en su ejecución, siendo el escultor francés Miguel Verdiguier el más sobresaliente y al que se debe la mayor parte de la proyección de la obra.
El Arcángel San Rafael constituye una advocación que viene a formar parte de la imagen de la ciudad de Córdoba, llegando a convertirse en un icono representativo del pasado histórico y religioso de la ciudad. Sus calles, así como las principales plazas cordobesas, quedan presididas por la figura del Arcángel Custodio, representado en la mayoría de las mismas coronando una columna de índole clásico, a modo de Triunfo de la Antigüedad.
Gran riqueza de yacimientos de todas las épocas y de hallazgos arqueológicos. Su origen parece ser romano puesto que es generalizada la creencia de que allí se instaló la ciudad romana de Baxo o Bago.
En el siglo IX llegó a ser capital de una Cora, participando entre los años 886 y 921 en el levantamiento muladí de Omar Ben Hafsún.
A finales del siglo XI pasa a formar parte del Reino Zirita de Granada. En 1.226 es conquistada por Fernando III y en 1.245 es donada a la Orden de Calatrava. Su reconquista definitiva la lleva a cabo Alfonso XI en 1.341, otorgándole privilegios y repoblándola, pasando a pertenecer a la abadía de Alcalá la Real.
En 1.370 deja de pertenecer a la Corona y se convierte en Señorío de la Casa de Aguilar, regentada por Gonzalo Fernández de Córdoba. En el siglo XVI, los señores de Priego, pertenecientes a la Casa de Aguilar, son nombrados marqueses de la villa y en el XVIII se integra en el marquesado de Medinaceli.
La ciudad de Priego, una de las más señoriales y hermosas de la comunidad, es un conjunto de calles y rincones recoletos, de casas señoriales y monumentos arquitectónicos y escultóricos dentro de una estructura urbana de trazado irregular, de difícil síntesis. Dos aspectos destacan en todo el conjunto: el agua, por su abundancia, y el barroco, pues es el estilo arquitectónico predominante. La Fuente del Rey, la de la Salud, La Iglesia de las Angustias, el convento de San Francisco, La Iglesia de San Pedro, el convento de San Juan de Dios, la Ermita de la Aurora, los restos del Castillo..., son muestras de ello.
Es también una zona de gran valor faunístico y cinegético y ganadero. El segundo, que circunda el pueblo, es el eje del paisaje, de la vida y de la historia del mismo; por la belleza del meandro se le conoce también como el Toledo Andaluz. La tercera, poblada de olivos, nos sitúa en un entorno propiamente cordobés. La población, de pasado ibero, griego, romano, musulmán, está situada sobre una pequeña elevación que domina el curso del río que la divide en dos barrios, ofreciendo una estampa inconfundible.
Municipio situado al este de la provincia de Córdoba, en el límite con la de Jaén. La mayor parte del mismo se sitúa en la falda de Sierra Morena, haciendo el río Guadalquivir de frontera con la campiña. Son, por tanto, la sierra, el río y la campiña los tres elementos que determinan el paisaje. La primera forma parte del Parque Natural de la Sierra de Cardeña y Montoro, y en ella nos podemos encontrar una vegetación de encinas, acebuches, pino piñonero, marítimo y una población de roble melojo, rara en Andalucía.
Uno de los principales atractivos para visitar este municipio es por su abundante naturaleza en excelente estado de conservación: ríos, bosques, especies animales y vegetales. El entorno ofrece las mejores actividades al aire libre, como las ecuestres, cinegéticas, náuticas y de montaña así como el senderismo y cicloturismo.
Hornachuelos es un pueblo andaluz de la comarca de la Vega del Guadalquivir, al oeste de la provincia de Córdoba. Hornachuelos forma parte del macizo de Sierra Morena, en el Parque Natural de la Sierra de Hornachuelos. Pasear por las calles del casco antiguo nos llevan a un viaje por el tiempo hasta su pasado árabe, con calles estrechas y empinadas. Su patrimonio histórico está formado por su iglesia, capillas, monasterios repartidos por el municipio y el castillo de época califa.
Durante la batalla de Munda entre Julio César y Pompeyo, en el año 45 antes de Cristo, la localidad cordobesa prestó su apoyo al primero, que la recompensó convirtiéndola en colonia inmune, una de las ocho que conformaron la provincia de la Bética. Aquí nació, al parecer, el padre del emperador romano Marco Aurelio, de mismo nombre, quien ocupó el cargo de pretor y murió cuando su hijo tenía tres años de edad.
Bajo el control de los árabes, tras el dominio visigodo, la antigua Ucubi transmutó su nombre por el de Al-calá, topónimo árabe alusivo a la fortaleza que coronaba este asentamiento. Y sobre sus torres derruidas se levantó un castillo a finales del siglo XIII. En 1303, el rey Fernando IV le concedió el privilegio de repoblación al lugar, que pasará a denominarse Espejo, una mala traducción del latín Specula, que significa fortaleza o castillo.
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De camino a Córdoba por el sur de Andalucía, a través de la carretera de Granada, la carretera permite al viajero pasar por Espejo. La antigua Ucubi ibera y turdetana, y también romana, es un pueblo muy apacible, de calma sosegada. Rica en olivos y cereales, esta joya de la campiña sur oferta al visitante una rica gastronomía y un patrimonio único fruto de un paso del tiempo testigo de relevantes avatares históricos. Espejo puede presumir de un pasado romano de postín. Numerosos vestigios arqueológicos hallados en su entorno así lo confirman.
Para los amantes de la arqueología, una buena opción es el parque arqueológico de Torreparedones, ciudad ibera y romana primero, enclave militar después durante el Medievo y redescubierta en las recientes excavaciones. También cuenta con el Museo Arqueológico, instalado en la Casa de la Tercia ubicada en pleno casco histórico de la localidad. Además de esto, Baena posee una rica arquitectura, de tal forma que sitios como el Castillo de Baena, la Almedina, antiguo barrio árabe, y templos como la Iglesia Parroquial de Santa María la Mayor, y la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de Guadalupe, se convierten en visitas obligadas para el turista.
Baena es un municipio andaluz situado al sureste de la provincia de Córdoba. La imagen que este pueblo deja en la retina es un cerro lleno de casas blancas, apiladas en calles sinuosas y estrechas, típica estampa de un pueblo campiñés. Baena huele a aceite de oliva, ya que esta localidad es famosa por la fabricación de un aceite de excelente calidad con denominación de origen.
Torrecampo surgió como aldea del vecino Pedroche, y en 1484 alcanzó su independencia administrativa. Durante la Edad Moderna se integró en las Siete Villas de los Pedroches. Al sureste del término perviven, sobre el cerro de igual nombre, las ruinas del castillo y poblado de Mogábar, recinto habitado desde el Calcolítico a finales del siglo XIII, en que pudo despoblarse. La zona de Mogábar es rica en sarcófagos antropoides tallados sobre rocas.
Torre y campo, o sea, fortaleza defensiva y tierra de labor, armas y arados, guerra y paz. Aislada en la franja meridional de Los Pedroches, como sus vecinas Conquista y El Guijo, Torrecampo no se ofrece en camino de tránsito; hay que ir. Y su aislamiento caminero la preserva de influencias perturbadoras, como relicario de bien conservadas esencias pedrocheñas.
La historia de esta villa se remonta a tiempos perdidos en la memoria, facilitando el asentamiento de civilizaciones como la romana, sin embargo, la que marcó el destino de Almodóvar del Río, fue la musulmana, con la construcción del majestoso Castillo de Almodóvar, siendo el cerro redondo donde está ubicado, testigo del paso de múltiples culturas, con restos neolíticos, íberos, romanos, visigodos y árabes.
El casco antiguo de Almodóvar del Río tiene el encanto de los pueblos de Andalucía, con las iglesias que se alzan sobre las casas, sus plazas tranquilas, representando la vida propia de estos poblados y el entorno natural que posee la localidad, completando un ambiente lleno de atractivos durante todo el año.
Córdoba se convierte en la única ciudad en el mundo con cuatro declaraciones de patrimonio y España se consolida como tercer país del mundo y segundo de Europa con más lugares inscritos, solo por detrás de China e Italia.
El Comité de Patrimonio Mundial de la Unesco ha resuelto este domingo, en el marco de su 42ª cumbre que se celebra hasta el 4 de julio en Manama (Baréin), inscribir al Conjunto Arqueológico de Medina Azahara (Córdoba) en la Lista del Patrimonio Mundial.
La iglesia más antigua de Aguilar de la frontera, levantada sobre una cueva en la que se dice que apareció la Virgen y en la parte exterior de los muros del castillo, ocupa también el solar de otra, llamada de Santa María de la Mota.
Aguilar de la Frontera cuenta con un rico patrimonio monumental. Los restos del viejo castillo es un recordatorio del pasado medieval, cuando el dueño del castillo y del mismo Aguilar de la Frontera era Gonzalo Fernández de Córdoba, que lo recibió del Rey Enrique II por su fidelidad durante la guerra civil y por su intervención en la defensa de la capital durante el asedio de Pedro I.