...mandó a aquel rincón inhóspito. Ni siquiera necesitas mandar fuerzas de asalto: te pueden obligar a rendirte mediante el bloqueo y el hostigamiento con bombardeos selectivos, sin haberle visto la cara a ningún soldado enemigo. En la guerra moderna no existe la épica, sino que pulsas botones.
Eso sin contar el que con su superioridad naval y aérea te pueden bloquear los puertos en el propio continente y destruir infraestructuras clave, con lo que las pérdidas económicas serian enormes.
La simple declaración de la guerra castigaría sobre todo a Argentina en los mercados financieros: hundiría la moneda, no podría pagar su deuda y la economía iría de cabeza al hoyo. Argentina no se puede permitir esos costes, para acabar igual o peor que la última vez.
Los países no necesitan "caudillos" iluminados vendiendo el cuento de la lechera, sino gestores honestos y eficaces que lleven correctamente la economía y hagan avanzar la sociedad.