En cualquier caso, si en algo destaca el Palacio de la Condesa de Lebrija es en la colección de mosaicos romanos que alberga, tanto por tamaño el mosaico del dios Pan, en el Patio Principal, es enorme, como por número, variedad y buena conservación.
El palacio de Lebrija en Sevilla, el edificio data del siglo XVI, siendo ampliado en los siglos XVIII y XX. Inicialmente perteneció a la familia Paiba, pasando posteriormente a los condes de Miraflores, pero cuando realmente comienza a cobrar vida es en 1.901, año en que doña Regla Manjón Mergelina, condesa de Lebrija, compra y restaura durante trece años los dos mil metros cuadrados de que consta la casa familiar.