Llegar a ella es una verdadera prueba de resistencia. Claro que para descansar luego del ascenso, se construyó precisamente el pabellón real que hoy engalana el lugar y que utilizan los reyes. Desde fines del siglo XIX, ya son tres los reyes de Tailandia que visitaron la cueva y el Pabellón Real (incluyendo al rey actual).
Llegar hasta la cueva no es tarea fácil. Se llama Tham Phraya Nakhon, y es una enorme cavidad con aberturas que permiten pasar la luz, la lluvia y humedad que sustenta la vegetación interior. Siendo en realidad un enorme cenote, el ingreso de la luz (especialmente al amanecer) le confiere a la cueva un ambiente “místico”, el imán para que varios reyes de Tailandia se trasladaran a distenderse en el interior de la cueva.
Bienvenido a Parque Jurásico – prácticamente puede escuchar la canción tema en sonido envolvente mientras se aventura entre el elevado paisaje cárstico. Añada un tiranosaurio rex y la primera zona protegida de Tailandia será un doble del Disneylandia prehistórico de Crichton. Está jungla empapada y jugosa es parte de la selva tropical más antigua del mundo, donde las serpientes, los monos y los tigres merodean entre las parras. El parque también sirve de hogar a la flor más grande del orbe, la Rafflesia kerrii, que puede alcanzar hasta los 80 centímetros de diámetro.