A pesar de disponer del 14 por ciento de los recursos de agua fresca del planeta y del área forestal más grande del mundo, Brasil también alberga uno de los desiertos más fascinantes del mundo. A diario desde julio hasta septiembre, las fuertes lluvias crean cientos de estanques en el desierto. Las dunas de arena blanca y los lagos azules te harán dudar de si estás en un desierto o junto al mar.