Fundado a finales del siglo XV, es uno de los núcleos de población más antiguos de Tenerife, se fundó apenas dos años después de la conquista de la isla y constituyendo además un municipio independiente a lo largo del siglo XIX. Tiene monumentos como la Torre de San Andrés, la iglesia parroquial o el antiguo colegio de Estévez, aunque la ciudad es más conocida por albergar algunas de las
playas más populares de la ciudad: Las
Teresitas y Las Gaviotas.
Antes de la conquista de Tenerife por los castellanos, los guanches, los primeros pobladores de la isla, conocían el lugar como «Abicore» e «Ibaute.