Hundimiento del destructor D-61 “Churruca” en 1991.
El rey Juan Carlos presenció desde el
portaaviones Príncipe de
Asturias la destrucción con fuego real del destructor Churruca en aguas canarias. Este barco, construido en 1941, dado de baja en la Armada española, sirvió de blanco para que el Ejército español probara por primera vez sus armas más modernas contra buques de superficie. El bombardeo del Churruca, que se realizó a unas 200 millas al levante de la isla de La Palma, formaba parte de las maniobras aeronavales Sinkes 91, en las que participaron unidades navales de la agrupación Alfa, aviones F-18, un submarino y unos 2.000 hombres.
En este ejercicio táctico se empleron las armas más modernas del momento en poder de la Armada y la aviación española: misiles superficie-superficie Harphon, misiles antiaéreos Standar y bombas láser lanzadas por los aviones F- 18.
Las maniobras se realizaron en una zona del Atlántico acotada con férreas medidas de seguridad controladas desde el aire por aviones de exploración y vigilancia.
Era la primera vez que la Armada española hundía con fuego real una embarcación obsoleta en lugar de desguazarla en los astilleros. Para...
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