El buque escuela español 'Juan Sebastián de Elcano' en su LXXXVI Crucero de Instrucción.
El buque zarpó del muelle de Cádiz teniendo como primera escala Ceuta donde recaló por tercera vez en su historia en el año en que se conmemora el VI Centenario de la llegada de Don Juan I de Portugal a la ciudad.
Tras esta primera visita, El 'Elcano' zarpó hacia Las Palmas de Gran Canaria, Río de Janeiro, Montevideo, Punta Arenas, Valparaíso, El Callao, Veracruz, Pensacola y Boston para arribar a Marín en julio en los días previos a la Festividad de Nuestra Señora del Carmen, Patrona de la Armada.
Hoy llegó al puerto de Montevideo y está atracado en la parte oeste del muelle B. Esperemos que nuestra compañera India pueda visitarlo y nos lo cuente.
Para disfrutar al máximo San Sebastián del Oeste debes conocerlo en sus días de fiesta. En enero se celebran las fiestas en honor a su patrono y se organizan eventos como peleas de gallos, charreadas y bailes. Las celebraciones a la Virgen de Guadalupe y del Rosario son igualmente coloridas aunque de carácter más religioso con procesiones, misas y adoraciones. No se diga de celebraciones decembrinas, cuando se organizan las tradicionales posadas y pastorelas. En el mes de septiembre es especialmente patriótico con la conmemoración de la lucha de Independencia y sus noches mexicanas. No te pierdas los atardeceres desde la cima del Cerro de la Bufa. Camina por los alrededores del pueblo y los caminos que van a Mascota y La Bufa y echa un vistazo al museo parroquial.
El puro nombre de este pueblo nos hizo soñar con conocerlo. Ubicado a orillas de la Sierra Madre Occidental, en el oeste del estado de Jalisco, evoca a los vaqueros de los westerns. Pero en realidad fue una importante ciudad minera de 20,000 habitantes, ahora habitada tan sólo por 600 personas. San Sebastián del Oeste conserva la grandeza de los buenos tiempos, tiene el encanto de la tranquilidad y muchos lugares naturales para sorprender al visitante.
...orillas del Guadalquivir. América estaba recién descubierta, y las expediciones desbordaban optimismo. Los primeros capitanes, dispuestos a comerse el mundo, bajaban orgullosos por el río al mando de sus carabelas. Era un lugar de promisión, la ciudad de los prodigios.
Fernando de Magallanes, un marino portugués que había navegado por los mares de Oriente, viajó hasta Sevilla para ofrecer al jovencísimo rey de España un ambicioso proyecto que en la corte lisboeta no había cosechado demasiado éxito. Se trataba de llegar a las islas de las especias navegando hacia el Oeste y no hacia el Este, como se venía haciendo desde que Vasco da Gama arribase a la India, años antes. Magallanes estaba convencido de dos cosas: de que la Tierra era esférica –y, por tanto, circunnavegable– y de que la especiería se encontraba en el lado español de la línea de demarcación acordada con Portugal en Tordesillas.
La cosa no era para tomársela en broma. Si era cierto lo que decía el portugués, España podía convertirse en la primera suministradora de pimienta, clavo, nuez moscada y otras bagatelas que, en Europa, tenían precios astronómicos. Magallanes se puso en contacto con Juan de Aranda, factor... Leer más ...
Ubicada al oeste de la desembocadura del río Urumea, separada del mismo por el monte Urgull y alojada en la bahía de La Concha, tiene una longitud media de 1350m, una anchura media de 40m y una superficia media de 54000 m2.
Es una playa de sustrato arenoso, poca profundidad en la que el recorrido de las mareas a menudo limita la superficie útil para los usuarias/os de la misma. Puede considerarse una playa de entorno urbano y uso masivo. Los accesos peatonales a ella son buenos, así como los transportes públicos y aparcamientos subterráneos.