En el Antiguo Egipto, las celebraciones de la estrella-perro, Sirio, el 23 de julio, son el origen de la palabra "canícula", es decir, los días que van del 23 de julio al 8 de septiembre, cuando se realizaban los últimos rituales en honor a Sirio.
El pueblo Dogón que vive en la zona de Bandiagara en Mali, que tiene extraordinarios conocimientos astronómicos, conocían la existencia de Sirio B, la cual no se puede ver a simple vista. El astrónomo americano A. Clarck la vió en 1862. Las leyendas dogonas cuentan que seres procedentes del sistema de Sirio les enseñaron esos y otros conocimientos hace 5.000 años.
La estrella Sirius A es la estrella más brillante (magnitud -1,46) del cielo nocturno y la novena más cercana a la Tierra (8,6 años luz). Es una estrella binaria, tiene una compañera enana blanca Sirius B. Sirius A tiene el doble de masa que el Sol y es 23 veces más luminosa. Su nombre viene del griego: "abrasador". Hay estudios que sugieren que emite viento estelar. Sirius B fue la primera enana blanca que se descubrió, en 1862. Su diámetro es menor que el de la Tierra pero su masa es igual que la del Sol, luego su gravedad es 400.000 veces la terrestre.
Forman parte de la constelación Canis Major. Para los antiguos griegos, éste y Canis Minor eran los dos perros que acompañaban al cazador Orión. Sirius A, Procyon (en Canis Minor) y Betelgeuse (en Orión) forman el triángulo de invierno.