Al caminar en su antiguo canal de riego que lleva agua del Río Nazas a las tierras de la Hacienda la Perla, verás en sus muros las fotografías que te narrarán la historia de la ciudad. Al pararte a los pies del su impresionante Cristo Noas, que te espera con los brazos abiertos, recordarás la sensación de ser diminuto cuando al voltear tengas una vista panorámica de la comarca lagunera.
Torreón es una ciudad de contrastes; en medio del semidesierto encontrarás un gran desarrollo industrial que convive armoniosamente con un pasado colonial conservado sólo para que puedas ser partícipe de su historia.
Originalmente La Chorrera era redonda y en lugar de escaleras tenía un puente levadizo. Dentro contaba con aljibes, barracas y almacenes. Había once piezas de artillería y todas se encendieron más de un siglo después de su construcción, en 1762, cuando atacaron los ingleses. Estos últimos triunfaron y tomaron por un año
El Torreón de La Chorrera se fundó entonces en 1646 para hacerle frente a un eventual ataque de la armada holandesa conjuntamente con barcos portugueses. Se parecía a los torreones que decoran la costa de España y que se construyeron para rechazar las invasiones árabes.
En 1589, comenzó a construirse en ese lugar el castillo del Morro cuyas obras culminaron hacia 1640. En uno de los baluartes del castillo, en lo más angosto de la punta, fue levantado un torreón "de unas doce varas de alto, que llaman El Morrillo", utilizado como atalaya y faro.
Localidad ubicada en plena zona de la Puna catamarqueña. Se levanta en una depresión del terreno - rodeada por paredones de piedra de hasta 100 m de altura -, producto de la presencia de dos ríos. Al Sur está el Torreón, hito natural que caracteriza y señala la villa.
Tiene ésta un aspecto pintoresco, con casas de doble encalado con basamento de piedra y techos de torta. Visitas a la pequeña iglesia donde se venera a la patrona del pueblo, la Virgen de Loreto. El cerro contiguo es un excelente mirador, desde donde se observa un panorama singular; aquí hay una apacheta para que el viajero deposite una piedra en agradecimiento a la Pachamama.
Se corrio una nueva edición de la tradicional maratón de mozos entre el Torreón del Monje y el Hotel Hermitage-Mar del Plata
Los participantes trasladaron durante la competencia una bandeja cargada con una botella, una bolsa de café y dos pocillos, que suman un peso de 1,5 kilo,"corren" mozos y camareras de la ciudad.