Situación:
34°37'49.02"N
118°18'7.98"W
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La
Falla de San Andrés es un sistema de
fallas activas que forman un límite transformante con desplazamiento derecho entre la Placa de Norte América y la Placa del Pacífico. Este sistema tiene una longitud de aproximadamente 1.287 km y corta a través de California, Estados Unidos, y el norte de Baja California en México. El sistema esta compuesto de numerosas
fallas o segmentos. Notablemente en el sur por las
fallas
Falla de San Jacinto, San Andrés, Imperial y Cerro Prieto. Hacia sur el sistema de
fallas de San Andrés termina el Golfo de California. Esta
falla es famosa por producir grandes y devastadores terremotos.
Se considera que la Península de Baja California se formó con esta
falla. Este mismo proceso está moviendo a la ciudad de Los Ángeles en dirección hacia la Bahía de San Francisco (ambas están en lados opuestos de la
falla) a una velocidad de unos 4,5 cm por año. Este no es percibido a simple vista, pero ha ocasionado numerosos daños a obras de ingeniería como acueductos, carreteras y edificios. Numerosos terremotos son consecuencia de esta
falla, existiendo algunos de considerable magnitud como los de 1857, extendiéndose desde Parkield hasta El Cajón (magnitud estimada: 8,0); el de San Francisco de 1906 (magnitud estimada: 7,8); o el terremoto de Loma Prfagfietja de 1989, cerca de Santa Cruz, California (magnitud: 7,1). Al suroeste linda con baja California y provoca un terremoto minimo al año.
El 28 de septiembre de 2004 a las 10:15, un terremoto de una magnitud de 6 impactó en Parkfield, California, sobre la
Falla de San Andrés. Se esperaba que este terremoto ocurriera en el año del 2007, aunque no fue de mayor magnitud que lo esperado.
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La
falla de San Andrés podría generar un seísmo de gran intensidad 'en cualquier momento'
El extremo sur de la
falla de San Andrés, en California (EEUU), cerca de Los Ángeles, lleva sin liberar energía prácticamente dos siglos.
Una situación que ha provocado que la
falla esté acumulando una gran cantidad de estrés, lo que podría generar un terremoto de gran intensidad en cualquier momento, según han advertido científicos estadounidenses en un estudio que publica esta semana la revista 'Nature'.
La
falla de San Andrés es mundialmente conocida por los terremotos que se han producido en ella. Los dos últimos grandes seísmos que rompieron esta
falla tuvieron lugar en 1906 -en la zona norte de la
falla- y en 1857 -en la central-, pero en la parte más al sur no se ha producido un gran terremoto al menos en los últimos 250 años. "¿Cuánto más puede resistir la
falla sin romperse por esta zona?" se preguntan los científicos en 'Nature'.
Según Yuri Fialko, responsable del Instituto de Oceanografía de La Jolla, en California, no demasiado. "Los índices de tensión acumulada que hemos medido confirman que la región sur de la
falla puede estar al final de la fase interseísmica del ciclo de terremotos", señaló. Un movimiento lateral de entre siete y 10 metros, lo estimado por los científicos, supondría un terremoto "masivo", mayor incluso que el que destruyó la ciudad de San Francisco en 1906, que provocó una fractura de la
falla en la zona norte de 6,4 metros.
Cuando hay un terremoto importante en una zona de contacto entre placas tectónicas -en este caso, entre la del Pacífico y la de América del norte- los sismólogos, a partir de registros, calculan la energía del terremoto, lo que se denomina el momento sísmico. Cuando el terremoto es grande, se obtienen datos como las dimensiones de la
falla y qué trozo de ésta se ha roto. En el caso del último seísmo de Argelia, por ejemplo, científicos españoles de la Universidad Complutense de Madrid y el Instituto Geográfico Nacional calcularon que la distancia entre la placa africana y la europea se mueve a 2,7 milímetros anuales. En el caso de Alhucemas, tras el seísmo la
falla se desplazó 0,6 milímetros anuales.
En el caso de la
falla de San Andrés, según han determinado los científicos gracias a medidas tomadas con un radar de interferometría de apertura asimétrica, la
falla se ha movido 14 milímetros anuales desde 1992, lo que supone un total de unos 11 centímetros en ocho años. "Si ha habido ese movimiento y no se ha producido ningún terremoto, la tensión acumulada tiene que salir por algún lado", explicó Emilio Carreño, del Instituto Geográfico Nacional.
¿Será ése el temido 'Big One' que los estadounidenses temen desde hace años? Fialko no quiere mojarse, pero sí deja ver que la inminencia de un gran terremoto es la posibilidad que parece acercarse más a la situación actual de la
falla de San Andrés. Los cálculos de los científicos, hechos suporponiendo imágenes de la zona tomadas por los satélites ERS y Envisat a modelos digitales del terreno, de gran exactitud, permiten detectar cualquier desplazamiento vertical de la
falla.
La falta de movimiento durante 250 años de esta zona de la
falla podría explicarse si se hubieran producido pequeños movimientos sísmicos de forma periódica que hubieran liberado algo de energía, "pero algo así no se ha detectado", aseguró Fialko. En las otras zonas de la
falla, cuando la presión se ha ido acumulando ha terminado por desencadenarse un gran seísmo, que en algunos casos ha provocado daños catastróficos en la zona.
Aportado por Eduardo J. Carletti para El Mundo.