La isla Surtsey nació con explosiones bajo el mar y una densa columna de humo. Las cenizas alcanzaron el nivel del mar, amontonándose y creando la nueva
isla, formada por tres conos volcánicos. Las erupciones se sucedieron, haciendo que la
isla creciera rápidamente.
Unos periodistas franceses de la revista Paris Match accedieron a la
isla, pero sólo pudieron permanecer 15 minutos. Los periodistas reclamaron medio en broma soberanía francesa sobre la
isla, pero
Islandia rápidamente aseguró que la
isla le pertenecía.
Durante los siguientes años las erupciones se volvieron esporádicas, tanto en la
isla de
Surtsey, como en focos volcánicos submarinos de alrededor. Varios islotes nacieron cerca de la
isla, pero pronto se vieron sumergidos de nuevo a causa de la fuerte erosión. En 2002 tenía una extensión de 1,4 km2.
Desde su nacimiento, la
isla ha servido a los científicos para observar detalladamente cómo se desarrolla la colonización de seres vivos en un lugar originalmente carente de vida.
La
isla sólo tiene dos huellas del hombre: un refugio permanente para los investigadores y un faro que se encuentra en la cima del volcán. Cualquier otra huella se retira de inmediato para preservar las condiciones especiales del entorno. También está absolutamente prohibido transportar plantas o animales al espacio protegido.
Cronología:
14 de noviembre de 1963
La erupción volcánica que formará la
isla llega al nivel del mar.
Mayo de 1964
Se descubre el primer insecto en la
isla. Hasta ahora se han descubierto 300 especies de insectos en
Surtsey.
Verano de 1965
Las primeras plantas llegan a la orilla. La pionera fue la ‘Cakile arctica’.
Junio de 1967
Fin de las erupciones que crearon la
isla.
Verano de 1975
Comienzan las expediciones científicas.
Principios de la década de 1980
Diversos tipos de pájaros llegan a
Surtsey. Su aparición cambia radicalmente el ecosistema del islote.
1983
Grupos de focas llegan por primera vez a la orilla de la
isla de
Surtsey.
Verano de 2008
La Unesco declara a
Surtsey Patrimonio de la Humanidad.