Cuando nos llega el invierno y el frío nos hace tiritar, desearíamos trasladarnos geográficamente a lugares más calurosos, y cuando el calor nos hace sudar en verano, pensamos lo mismo pero inversamente dirigiéndonos a lugares más frescos. Y a veces cambiar de hemisferio no es suficiente.
Es difícil decir cuál es el lugar más frio o caliente de la tierra, porque depende que consideremos la temperatura máxima o mínima alcanzada alguna vez en ese punto, las diferencias alcanzadas entre máximas y mínimas, o las temperaturas medias a lo largo de un determinado espacio de tiempo.
En conjunto, de una manera u otra, hay lugares en la tierra donde te puedes torrar de calor o congelarte de frío. En el kmz se señalan los lugares más emblemáticos de ambas polarizaciones, con las temperaturas máximas alcanzadas.