EL CAMINO ESPAÑOL-II
EL CAMINO ESPAÑOL CON SABOYA
Durante el reinado de Felipe II, las cosas cambiaron, la diplomacia española seguía siendo la mejor de Europa, el aparato militar también, lamentablemente el que decidía (el rey), no. Un rey inseguro, desconfiado, que tomaba las decisiones tarde, mal y nunca, incapaz de delegar (y la única vez que lo hizo, se lució: Antonio Pérez) y por si le faltaba algo, fanático de la religión católica (hoy en día lo llamaríamos fundamentalista).
Francia estaba sumida en sus guerras de religión, con lo cual los protestantes, calvinistas, etc, hicieron de La Rochelle una base que, o bien con corsarios, o bien con piratas (según si la guerra estaba declarada o no) atacaban a todo lo que oliese a católico o español. El norte de Flandes se rebelaba contra el poder español e iniciaría la guerra de los Ochenta Años (su guerra de independencia, vamos) y atacaría a cualquier convoy español con sus Mendigos del Mar.
Inglaterra, o molestaba (piratas), o era la mayor enemiga (a los piratas se les llamaba corsarios, eran investidos lores y todos contentos).
Había que buscar otra alternativa para mandar dinero y tropas al teatro de operaciones (centroeuropa).
En aquella época y hasta el fin del dominio español en centroeuropa (Guerra de Sucesión Española a la muerte de Carlos II), Saboya ocupó un lugar clave, conforme avanzaron los años, a ratos estaba con España, a ratos con Francia (de hecho se acuñó una frase, las guerras contra España las pagaba Venecia, los soldados los ponía Francia y el motivo los daba Saboya).
Al principio, con Saboya como aliado, los tercios eran alistados en España (se embarcaban en Cartagena, Valencia o Barcelona) o Italia (embarque en Nápoles o Palermo), como puerto de desembarco Génova, reunión de todos en Milán y avanzaban hacia Flandes a través de Saboya (aliada), el Franco-Condado (posesión española), Alsacia (neutral) y destino Luxemburgo, desde donde se repartían a los diferentes lugares de destino de las unidades.
El sitio más complicado de pasar eran los Alpes que eran atravesados por los puertos de Mont Cenis o Pequeño San Bernardo (según si era invierno o verano) y el cruce del Ródano (el control del puente de Gressin se convirtió en un objetivo clave).
El resto del camino sólo presentaba el inconveniente del barro en los caminos de la época en invierno. Las tropas se desplazaban escalonadamente ya que entonces se abastecían con lo que diese la región que atravesaban. Todo esto dio lugar a que antes de enviar refuerzos se tuviese que organizar la logística del abastecimiento y hospedaje de la tropa.
El mayor problema en el movimiento de tropas era el alojamiento en casas privadas, lo que daba lugar a frecuentes robos, violaciones, etc, que los españoles solucionaron bastante bien para como funcionaba la cosa en aquella época. El Duque de Alba creó una unidad que iba detrás de las tropas ahorcando a todo soldado al que se le “fuese la mano u otra parte del cuerpo”.
Caso curioso es el de Alsacia y Lorena, se declararon neutral entre Francia y España y se llegó al acuerdo de que ese territorio lo podían atravesar tropas de los dos países siempre y cuando “no durmiesen dos días seguidos en la misma población”.
Algún historiador inglés ha definido el funcionamiento del camino español, más que una hazaña logística, un verdadero milagro, dado los medios de la época.
Para los curiosos:
es.wikipedia.org/ ...pa%C3%B1ol