Ayer, un destructor de la Armada Argentina, fuera de servicio, escorado sobre una banda y sostenido por dos pesqueros, se hundía en el muelle sur de la dársena de la Base Naval Puerto Belgrano de Punta Alta, Bahía Blanca. Se trata del ARA Santísima Trinidad.
El Santísima Trinidad tiene 125,6 metros de eslora, 14,3 metros de manga y cala 5,8 metros. Tenía una capacidad de desplazamiento de 4100 toneladas a plena carga y la propulsión CODOG (Combinado diésel o gas) era posible gracias a dos turbinas de gas de 50.000 HP (caballos de fuerza) y dos de 9.900 HP. Navegaba a una velocidad máxima de 30 nudos (unos 55 kilómetros por hora) y tenía una autonomía de 4 mil millas náuticas a 18 nudos.
Con una tripulación estimada en 300 hombres, el Santísima Trinidad estaba equipado con misiles superficie-aire. Tenía un cañón de 115 mm y dos ametralladoras de 20 milímetros. Además de lanzatorpedos y radares de búsqueda en aire y superficie, más sus sonares. Transportaba helicópteros Alouette y Fennec.
La misión del ARA Santísima Trinidad en Malvinas fue la de servir como nave almirante de la "Operación Rosario", que trasladó a la Agrupación de Comandos Anfibios y a dos Secciones de la Agrupación de Buzos Tácticos, 92 hombres en total, y desembarcó a las 21.15 del 1 de abril de 1982 en la zona de Puerto Enriqueta, en Malvinas.
Pero tras la guerra, el Reino Unido impuso a la Argentina un embargo de armas y dejó de venderle repuestos a la Armada. En junio de 1989 ya había dejado de navegar.
En el año 2000 el buque fue pasado a la condición de "receso temporario" y fue radiado definitivamente del servicio activo en 2004. "Desde esa fecha le fue retirada su tripulación y solamente permanecía a bordo una mínima cantidad de personal de guardia".
Varias publicaciones especializadas aseguran que se lo ha ido desguazando para mantener en activo al Hércules. Y que hubo varios proyectos por transformarlo en museo o buque escuela.