Sin duda, el mayor atractivo de esta pequeña localidad canaria es la playa de La Garita. Con casi un kilómetro de longitud, cuenta con una ubicación ideal que la cobija de los fuertes vientos habituales en la zona. De fina arena dorada, sus aguas son muy tranquilas. Hay una isla artificial de piedra que resulta perfecta para practicar la pesca. La playa está equipada con duchas y vestuarios, y en el paseo de acceso hay una agradable terraza que sirve tapas y platos variados.
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El municipio de Antigua, situado en la zona Centro-Este de la isla, recuerda a la Mancha Castellana; su suave llanura se ve interrumpida por los molinos de viento. Sus pueblos salpicados de pequeñas manchas de verdor, como queriéndose aislar de tanta sequedad: Agua de Bueyes, Casillas de Morales, Valles de Ortega, La Corte, Antigua, Las Pocetas, Los Alares, Pozo Negro, Las Salinas del Carmen, Caleta de Fuste (conocido por El Castillo), Costa de Antigua, Los Llanos del dinero y Triquivijate.
Álora goza de una privilegiada situación sobre el Valle del Guadalhorce, al que domina desde el norte, enclavado sobre un pequeño cerro. Además de sus huertas de hortalizas, frutales y cítricos, presume de tener también, en sus alrededores, zonas tan interesantes como el Desfiladero de los Gaitanes (que comparte con Ardales y Antequera), la sierra de Huma o la sierra de Aguas.
Su fisonomía urbana, de origen árabe le aporta un encanto especial, que hay que tomar con tranquilidad, por sus empinadas calles que conducen al castillo: símbolo del pueblo, y cuya originalidad radica en que es utilizado como cementerio.
El término municipal de Aiguamúrcia también está formado por los pequeños núcleos de población de Les Pobles, l’Albà i el Pla de Manlleu. El cultivo de la viña es muy importante en el municipio de Aiguamúrcia donde podemos encontrar dos bodegas productoras de vino y cava con denominación de origen del Penedès. También hay que destacar la existencia de una planta embotelladora de agua mineral.
Zahara de la Sierra es un destino ideal para los que practiquéis deportes de senderismo, escalada, espeleología, kayak, bicicleta, rutas a caballo etc. Posee un impresionante embalse y sus senderos conducen a la Garganta Verde, un espectacular cañón de 40 metros de altura, y a la bellísima playa artificial que utiliza agua del propio río.
A 58 kilómetros de Almería y asentado sobre el borde de un profundo desfiladero por el que discurre el río de Aguas al que se asoman sus casas colgantes, se encuentra el precioso pueblo de Sorbas. El término de “Sorbas” procede del árabe y se cree que significa “olla de arena”, posiblemente relacionado con las vasijas de arcilla refractaria que ya en esa época se construían en la zona.
Una de las teorías sobre el origen del término Alpujarra, traduce esta palabra por “La Indomable”: una tierra bravía, montañosa, inaccesible, cuyo aislamiento ha permitido conservar algunas de las tradiciones de la España más auténtica, en el marco de un paisaje espectacular, entre las cumbres más altas de la Península Ibérica y el cálido Mar Mediterráneo. Una tierra árida en apariencia, que ha debido ser moldeada por el ser humano a través del esfuerzo de generaciones, hasta llegar a convertirla en un vergel, gracias al ingenioso aprovechamiento del agua de nuestras más de 30 fuentes y manantiales.
Berja está situada en la Baja Alpujarra Almeriense, en un amplio valle a unos 300 m de altura, una fértil vega rodeada de montañas, abundante en agua y agraciada con un clima envidiable. Por su situación geográfica se le considera entrada natural a La Alpujarra, siendo fácilmente accesible desde la costa del Poniente Almeriense.
Agua Amarga es parte del distrito municipal de Níjar . Se puede llegar al pueblo desde Carboneras hacia el norte, o hacia el interior desde la autopista, sin embargo, el acceso desde el sur es solo a pie o en bicicleta.
El tradicional pueblo virgen se encuentra en una playa de 500 metros de largo, con casas y restaurantes a lo largo de la playa. Si bien no hay un paseo marítimo como tal, es muy agradable pasear por la playa.
Este pueblo de pescadores no tiene puerto; en cambio, pequeños botes de pesca son arrastrados hacia la playa. Puede probar el pescado recién pescado en el magnífico restaurante de pescado frente al mar de fama local llamado " El Playa ".
Agua Amarga es un bonito pueblo de pescadores y un complejo de playa en la costa de Almería, en el parque natural de Cabo de Gata-Níjar , con una población de solo 400. Todavía no descubierto por el turismo a gran escala, este es uno de los tesoros ocultos de Andalucía.
Si bien su nombre puede traducirse como Agua Amarga, esta encantadora y tranquila ciudad costera cuenta con una excelente cocina mediterránea, buenas boutiques independientes y bares de moda. Durante la temporada, de mayo a septiembre / octubre, la escena de la playa es animada y los bares están llenos de actividad.
El pintoresco pueblo blanco está protegido por grandes promontorios, con pequeños barcos de pesca anclados en la bahía. La playa está protegida con aguas suaves y tranquilas, perfectas para nadar y ideal para familias.
En cuanto a la arquitectura religiosa, son múltiples los conventos e iglesias que encontraremos a nuestro paso, con extraordinarios retablos e imaginería, de las que podemos destacar: la de San Agustín, Santa Clara, San Carlos el Real, Ntra. Sra. del Carmen, Santo Domingo, el convento de Santa Catalina o la iglesia del convento de La Concepción. Edificios civiles como La Torre del Agua, el monumento más antiguo de Osuna, el Pósito, el Arco de la Pastora o la Casa consistorial, enriquecen esta joya patrimonial.
Los extensos y ricos parajes naturales que posee Osuna forman parte del atractivo de la localidad, un entorno idóneo para que los amantes de la naturaleza disfruten de la práctica del senderismo, la pesca de carpas en el Pantano del Río Corbones o largos paseos a caballo.
El Valle de Hecho o la Val d'Echo (en aragonés-cheso) es un valle pirenaico de la Jacetania recorrido por las aguas del río Aragón-Subordán, una de las dos ramas que dan vida al río Aragón. Forma parte del Parque Natural de los Valles Occidentales y, paralelo al Valle de Ansó, es la antesala de la impresionante Selva de Oza. El Valle de Hecho es una de las zonas más bellas y mejor conservadas del Pirineo, con numerosos rincones naturales todavía vírgenes.
Muchos son los detalles que conforman Uclés como una población típicamente castellana con reminiscencias árabes, vestigios judaicos y estructura cristiana con todos los estilos representados. Las casas solariegas, de las que destaca la casa de Pareja y Cedillo, la casa-palacio de los Torre o la de Fernandez y Contreras. El antiguo Pósito o el Ayuntamiento también sobresalen dentro de la arquitectura civil. La antigua Fuente de los Cinco Caños, frente a la Puerta del Agua tiene una importancia estética y social, ya que ha sido el punto de reunión y descanso tradicional de Uclés.
Uclés se extiende en la estribaciones de la Sierra de Altomira en un paisaje poblado de pequeños cerros y mesetas que le dan un aspecto ondulado a este rincón de La Mancha. El casco urbano está condicionado por la suave pendiente del cerro, coronado por el monumental castillo de origen árabe y reforzado después de la Reconquista. De la antigua fortaleza sólo quedan tres torres, de las cuales una es la torre albarrana, un lienzo de muralla y la Puerta del Agua o Arco de la Fuente.
La ciudad de Priego, una de las más señoriales y hermosas de la comunidad, es un conjunto de calles y rincones recoletos, de casas señoriales y monumentos arquitectónicos y escultóricos dentro de una estructura urbana de trazado irregular, de difícil síntesis. Dos aspectos destacan en todo el conjunto: el agua, por su abundancia, y el barroco, pues es el estilo arquitectónico predominante. La Fuente del Rey, la de la Salud, La Iglesia de las Angustias, el convento de San Francisco, La Iglesia de San Pedro, el convento de San Juan de Dios, la Ermita de la Aurora, los restos del Castillo..., son muestras de ello.
Entonces, los laberintos de vías estrechas que componen el casco antiguo de Chelva se llenan de vida, tal y como debió de ser hace siglos, cuando en esta población convivían, en paz y armonía, cristianos, judíos y árabes. Aún hoy se puede apreciar el legado histórico y arquitectónico que este mestizaje cultural dejó en la localidad. La mejor manera de descubrirlo es recorriendo la Ruta del Agua de Chelva.
En el interior de la provincia de Valencia , donde las terrazas de típicos cultivos mediterráneos horadan una tierra histórica que ha sido testigo de mil batallas medievales, se encuentra la pequeña localidad de Chelva. Esta perla de la comarca de Los Serranos pasa los inviernos adormecida, con poco más de mil habitantes, como si la vida no fuera con ella y a merced de los fríos vientos que castigan el valle. Sin embargo, al acercarse la primavera, el rumor de las aguas de las numerosas fuentes de Chelva, tanto subterráneas como al aire libre, se hace cada vez más audible y ejerce de dulce despertador de árboles, explanadas, plazas, calles y gente.
Este municipio está enclavado en la Sierra de Tejeda, colgado sobre un abrupto y profundo tajo sobre el río Alhama. Cuenta con un reputado balneario de aguas termales ya explotadas por los romanos y árabes, y que actualmente ofrece modernos tratamientos contra la artritis, el reuma y el estrés. Su patrimonio histórico es rico y su casco antiguo está declaro como Conjunto Histórico-Artístico. Sus celebraciones son variadas y llamativas, como la romería del vino durante la feria de septiembre, el carnaval, y el Festival de Música Joven.
Las playas de Calpe conservan su calidad y son de arena fina con las aguas muy limpias. Tiene monumentos históricos de gran valor, conserva su casco antiguo y varias ruinas. La gastronomía nos acerca al sabor más marítimo con pescados y mariscos de la zona. Además el puerto mantiene un clima animado y divertido y se puede comer en varios restaurantes.
A comienzos del s. XX, los habitantes de la huerta murciana comienzan a acudir a esta localidad en el mes de agosto para tomar los famosos novenarios (serie de nueve baños). A orillas de sus aguas se encuentra un mudo testigo de la "explosión" de este municipio, el Hotel-Balneario La Encarnación, construido en 1904 y que guarda la idiosincrasia de principios del siglo pasado. La visita continúa con el Museo Aeronáutico, en el que se expone toda la documentación, fotografías y material de la historia de la base de los Alcázares desde sus orígenes como aeródromo en el año 1915 hasta la actualidad.
El puente romano nos recibe a la entrada del pueblo con su inconfundible estructura de postal. Todavía conserva sus cuatro arcos originales, su viejo peralte y sus tajamares para rasgar las aguas del río Esca. A escasos metros aguas arriba, una pequeña presa o "puerto" por donde descendían las almadías nos recuerda que el aprovechamiento maderero, junto con la ganadería, ha constituido la principal dedicación de sus habitantes.
Decía D. Álvaro Cunqueiro, el más ilustre literato de Mondoñedo, que éste era rico en pan, aguas y latín. Y desde luego estaba en lo cierto, pues este es un ayuntamiento con un gran patrimonio histórico y cultural, con una gran riqueza natural y donde la gastronomía también tiene un importante papel.
El municipio de Júzcar se encuentra ubicado en lo alto del Genal en las inmediaciones del pico Jarastepar. Posee un paisaje muy variado, desde los roquedales de la Sierra del Oreganal al norte, hasta los castañares y pinares en las estribaciones de Sierra Bermeja. El territorio donde se encuentra Júzcar es un lugar protegido por los vientos y con gran abundancia de agua.
Enclavado en la sierra del El Piélago, cuyos parajes frondosos y verdes son una delicia para el senderismo. El agua y los castañares abundan y no es difícil cruzarse con el ciervo.
Gracias por traerme este lugar donde recalan algunos de mis recuerdos de juventud.