El aeropuerto José Martí, surge a partir del desarrollo acelerado del turismo internacional a partir de finales de la década de los años ochenta, que trajo aparejado el incremento de la infraestructura para asimilar un tráfico aéreo, para el que no estaba diseñado la antigua terminal existente en la capital.
Aeropuerto Internacional José Martí, La Habana, Cuba
Está situado 18 kilómetros de La Habana. Se le puso el nombre de José Martí para conmemorar al patriota y poeta cubano. Es el aeropuerto principal de vuelos internacionales y domésticos de Cuba, y sirve un gran número de pasajeros cada año; muchos de ellos procedentes de países como: Canadá, Italia, Reino Unido, España, Alemania y Francia.
Es uno de los clubes nocturnos más famosos de la Habana y puede ser considerado un punto de referencia del turista en cualquier noche. Con los años, ha atraído a muchas celebridades como Ernest Hemingway, Edith Piaf, Ofrelia Fox, Marlon Brando, Sammy Davis Junior y Greta Garbo.
En el Cabaret Tropicana el show es bueno, pero no muy diferente a los espectáculos que ofrecen en los hoteles de Varadero. La entrada que va sin cena supuestamente viene con algo para picar, lo cual consiste en un mini pocillo con algunos maníes.
El Hotel Nacional de Cuba abrió sus puertas en diciembre de 1930 y su construcción costó mucho dinero, si recordamos que en el 29 se produjo el crack de la bolsa en Estados Unidos y el mundo vivió la primera crisis del sistema capitalista.
El Hotel Nacional de Cuba ya tiene más de medio siglo de vida. Es uno de los hoteles mas emblemáticos de la isla y de la ciudad de La Habana. Siempre ha sido distinguido, lujoso, y al día de hoy es Monumento Nacional.
La más completa colección de Arte Cubano puede hallarse en este Museo, el único del mundo con una sala dedicada solo a Wifredo Lam, donde se exhiben obras de primerísimo nivel, como La silla, o el óleo sobre yute conocido como Huracán, una de las piezas más impresionantes del arte cubano.
El Museo Nacional de Bellas Artes de Cuba celebra sus primeros cien años de su fundación. El inestimable fondo patrimonial de esta institución cultural, testigo de la evolución histórica de las artes plásticas cubanas y del mundo, es conservado y enriquecido con empeño por quienes en ella laboran.
Cristo tiene muchas estatuas en todo el mundo. Como ejemplo el más conocido a nivel mundial es el popular Cristo redentor de Río de Janeiro, símbolo de la ciudad, pero también está la del Cristo Redentor en Mendoza, Argentina, el pie de los Andes, y la estatua de Cristo en la ciudad de La Habana.
El cristo de La Habana fue realizado por una artista llamada Jilma Madera y la estatua está hecha con mármol de Carrara. El Cristo de La Habana mide unos 20 metros de alto y descansa sobre una base de 3 metros de alto en los que hay enterrados varios objetos de la época en la que la escultura cobró vida.
Es un lugar muy lindo, con música local en vivo donde se pude tomar mojito y comer algo. Es un poco caro pero es muy turístico. El mojito sale el triple que en cualquier otro bar de la zona. Se puede escribir en la pared alguna frase como recuerdo.
Hermoso lugar donde se puede almorzar o cenar y degustar del famoso mojito cubano, donde hemingway solia visitar en su epoca, aparte se puede dejar en sus paredes la firma de la visita, hermoso lugar que no hay que dejar de visitar en la visita a la ciudad de la habana
Al llegar a la casa de la música con mi amiga en Miramar, pedimos un trago nos atendieron relativamente bien, vimos un show de baile con música realmente agradable, la cosa es que paso una hora y todos los grupos de hombres que llegaron solos estaban acompañados por las cubanas.
Un lugar para disfrutar de la buena música cubana si lo quiere así y mas si se trata de Van Van, el tren de Cuba. Buen ambiente, aunque es muy predominante su carácter turístico. Ya es hora de una remodelación para este centro recreativo, las huellas del tiempo son cada vez más evidentes.
La restauración estuvo en manos de la Oficina de Historiadores de La Habana y terminó después casi seis años de trabajo ya que hubo que levantar el viejo edificio, reforzar sus cimientos, arreglar la fachada y dentro, ocuparse de los paneles de roble, los trabajos en estuco y todo lo demás.
El Sloppy Joe’s Bar lo encuentras en la esquina de las calles Ánimas y Zulueta y hoy se ha puesto de moda pues después de casi 50 años vuelve con nuevos bríos. El salón reabrió sus puertas el pasado 12 de abril en su ubicación original y totalmente restaurado
El Callejón se llamaría Hamel por los tiempos de los tiempos, ni siquiera los esfuerzos del gobierno neocolonial en 1913 para comprar los terrenos fructificaron, nada podría interponerse en el destino. Eso sí, tal vez nunca pensó Belleau Hamel que en ese pequeño espacio florecieran tantas pinturas, tantos murales, tantas esculturas, siempre vibrando por la música insaciable de los tambores que dan vida en cada instante al Callejón desde 1990.
En el Callejón se rinde tributo a la cultura afrocubana, algunas obras están hechas de restos de viejas bicicletas o de bañeras abandonadas, relucientes ahora luego de tomar color. Además, existe un Nganga, lugar sagrado para la celebración de los ritos de la religión de Palo Monte.
La casa fue construida en 1887 por el arquitecto catalán Miguel Pascual y Baguer, en el terreno que ocupara un cuartel de vigilancia del Ejército español.
La Finca Vigía, que sirvió de refugio por más de dos décadas al célebre escritor estadounidense Ernest Hemingway (de 1940 y hasta fecha cercana a su muerte en 1961), es uno de esos sitios de La Habana de gran interés de visitantes nacionales y foráneos.
El palacio Iznaga, terminado en 1826, una sustancial transformación de la casa criolla señalada con asombro por todos los que visitaron la ciudad, pues era notable la diferencia con respecto a las viviendas de La Habana, cuyos esquemas planimetricos apenas tienen relación con los de moradas de las villas del interior del país o con los de las dichas en las que, como ya hemos indicado, las cosas se mantuvieron sin cambios hasta bien avanzado el siglo XIX.
En Cuba puedes comer en muchos restaurantes, en la calle y en los hoteles. Entre los primeros hay uno que se llama La Cocina de Lilliam, un sitio simple y de precios muy asequibles que está situado en Miramar.
La Cocina de Lliam es un sitio tranquilo, bien decorado, buen servicio y una carta que suele variar. Eso sí, no está prohibido fumar así que puede ser que si no fumas, sea muy molesto. Si bien la gente que lo probó coincide en que la comida es muy buena hay otros que se quejan de los precios altos.