En época romana y visigoda la situación de estas tierras en el itinerario entre Coca y Simancas determinó la existencia de pequeños poblados en pagos como Santibáñez, Villanueva, Prado de Mingo Vela y La Llosa. La historiografía del siglo XIX identificó Íscar con el municipio romano denominado Ipsca o Contributa Ipscense, aunque estudios posteriores se acercan a descartar esta teoría, especialmente alusivo a la etimología del nombre de la Villa.
El pueblo se halla enclavado al pie de un espigón de los páramos calizos, sobre el que se asienta su vieja fortaleza. En este lugar elevado, dominando la llanura pinariega surcada por los ríos Cega, Pirón, y Eresma, construyeron los primitivos moradores de Íscar un castro fortificado, datado en el periodo Calcolítico, hacia el año 2000 a.C.
El Centro de Interpretación del Duero está compuesto por tres salas sobre la tradición de los pueblos de la Raya en el siglo XX. La sala etnográfica dedicada a utensilios y aperos usados en las labores del campo. La sala arqueológica contiene los orígenes e historia de la villa de Hinojosa, junto con una gran maqueta ferroviaria que representa el tren de las Arribes, la línea férrea que unía La Fuente de San Esteban con Barca de Alba, en Portugal. Otra sala etnográfica muestra la vida cotidiana de estas gentes en el siglo XX.
Hinojosa de Duero es un municipio y localidad española de la provincia de Salamanca, en la comunidad autónoma de Castilla y León. Se integra dentro de la comarca de Vitigudino y la subcomarca de El Abadengo. El Ayuntamiento de Hinojosa de Duero está situado en la Plaza de la Constitución en un edificio histórico, construido en 1790 durante el reinado de Carlos IV y coronado por la torre del «Reloj de la villa».
Además la riqueza de pastos, las características del terreno para el cultivo de cereal, la abundante caza y las aguas del Río Alberche, del Arroyo Tórtolas y de la Garganta de la Yedra, hacen suponer que su permanencia fuese significativa y duradera.
De la época romana se conservan unas inscripciones en los Toros de Guisando y los restos de una calzada de segundo orden. En esta época las tierras tembleñas debieron de tener gran importancia por ser zona de paso obligado. En algunos mapas arqueológicos figura un poblado romano en el término municipal.
La localidad de El Tiemblo se encuentra en el sureste de la provincia de Ávila. Daremos un breve repaso a su historia y recorreremos el patrimonio histórico y natural que encierra esta interesante población. Los vettones llegaron a territorio abulense hacia el año 700 a.C., fundando una serie de núcleos de población conocidos con el nombre de 'castros', lugares situados a cierta altura con fortificaciones.
Aunque no se hayan encontrado castros en El Tiemblo, necesariamente tuvo que haber un asentamiento vettón. Los Toros de Guisando son suficiente ejemplo para poder asegurarlo.
Este bonito pueblo agrícola ofrece al viajero multitud de experiencias agradables con las que llenar su maleta de recuerdos. Obligada es la visita a la Casa Museo del afamado artista César Manrique. La plaza León y Castillo invita a relajarse bajo la sombra de sus laureles y eucaliptos. El centro del pueblo lo constituye la iglesia de Nuestra Señora de la Encarnación; en ella confluyen todos los caminos y calles del pueblo.
Guisando es también pueblo de callejas apiñadas, estrechas a más no poder, como corresponde a los pueblos que se alzan sobre laderas empinadas y tienen poco terreno disponible, o quieren defenderse de las guerras, o de la nieve y de las lluvias gracias a los aleros de unos tejados que tapan casi por completo los pasillos que son algunas calles. El verdín que tapiza muchos de sus rincones evidencia que el sol, por más que se empeñe, no alcanza a penetrar nunca en ellos.
Un buen pueblo de montaña. Por sus calles el agua de la sierra baja en avalancha, con una fuerza que impresiona, y se cuela entre las casas regalando al viajero despistado o no rincones de pequeña Venecia. Su caserío, donde abundan las fachadas blancas y no faltan los balcones de madera, fue referido por Cela de esta forma: “Guisando es caserío blanco como la paloma y sosegado, igual que el agua de la fuente clara”.
De los pueblos zamoranos con más encanto, Granja de Moreruela es, quizás, uno de los menos conocidos. Sin embargo y a pesar de su carácter modesto, es un destino ideal para quienes buscan disfrutar de unos estupendos días de escapada en el mejor entorno rural.
Por esa razón, queremos llevarte a conocer qué ver y qué hacer en Granja de Moreruela, uno de los pueblitos más discretos pero atractivos de Zamora y de la comunidad de Castilla y León.
De los pueblos zamoranos con más encanto, Granja de Moreruela es, quizás, uno de los menos conocidos. Sin embargo y a pesar de su carácter modesto, es un destino ideal para quienes buscan disfrutar de unos estupendos días de escapada en el mejor entorno rural.
Por esa razón, queremos llevarte a conocer qué ver y qué hacer en Granja de Moreruela, uno de los pueblitos más discretos pero atractivos de Zamora y de la comunidad de Castilla y León.
El valle de Gama, formado por las localidades de Renedo de la Inera, Puentetoma, Val, Villacimo y con cabecera en Gama, figuraba en el censo de 1591 con 46 vecinos pecheros.
Posteriormente, tanto la villa como el castillo fueron propiedad de la Duquesa de Alba, motivo por el que aparecen sus escudos de armas en el interior de la ermita del castillo.
A mediados del siglo XVIII, en las Respuestas Generales del Catastro del Marqués de la Ensenada, aparecía la villa como señorío de la Casa de Alba, por el cual no percibía renta alguna. Contaba la población con 12 viviendas habitables con un censo de por 12 vecinos y medio. En 1789 figura como cabeza de jurisdicción de las localidades antes mencionadas.
El nombre de Gama viene del topónimo cántabro Garma que significa el lugar situado en terreno abrupto, fácil de despeñarse. En la población se encuentra la iglesia románica dedicada a San Andrés edificada en 1190, en la que destaca su portada. Asimismo, merece la pena subir al castillo para contemplar desde su altura un bellísimo paisaje de gran interés geológico, y a lo lejos, el legendario Monte Bernorio.
La arquitectura de toda la comarca sigue el ejemplo de construcción sanabresa, con calles y fachadas empedradas, tejados moldeados en pizarra, grandes puertas de madera (la mayoría que observamos en el pueblo son las originales) y la preciosa iglesia hecha de piedra de la zona. Es por esto que una de las actividades más valoradas por los turistas es simplemente dar un paseo al anochecer por el casco antiguo y disfrutar del paisaje que brinda. De día, toda la familia puede acercarse al río y practicar pesca, visitar el lago o perderse entre los majestuosos árboles del lugar.
El pequeño municipio de Galende está situado en la provincia de Zamora y cuenta con poco más de un millar de habitantes. Cuenta con una gran belleza y unos paisajes dignos de película debido a que se encuentra dentro del parque natural de lago de Sanabria. Este lago está protegido y es el más grande que podemos encontrar en toda España con origen glaciar. El pueblo cuenta con menos de 50 casas que se sitúan en el centro y mantiene una antigua presa al sur, donde el río Tera deja su rastro.
Como en todos los territorios eminentemente agrarios, ha ido perdiendo paulatinamente población desde 1950, con una cierta estabilización alrededor de los 800 habitantes desde principios del siglo XXI.
La revitalización del Camino de Santiago, y la puesta en valor del Canal de Castilla, están siendo un incentivo de la actividad turística como actividad económica.
En Frómista nos situamos en el lugar donde el Canal de Castilla se cruza con el Camino de Santiago. Se tratará, por tanto, de un lugar cargado de historia y que merece la pena visitar.
Localizada en las zonas de mayor altitud de la Meseta norte, sobre los 800 metros, se la incluye en la comarca natural de Tierra de Campos, que se extiende por las provincias de Palencia, Valladolid, Zamora y León. Tierra de Campos se configura como un gran llano ondulado, con escasa vegetación y eminentemente cerealista.
Un Parque Natural que me ha ganado y al que no dejo de viajar siempre que puedo. Hoy te voy a dar todas las claves para saber qué ver en Fermoselle y enamorarte sin remedio de este rinconcito de la provincia de Zamora.
Fermoselle, fermosa, hermosa. Un pueblo cuyo nombre alude a algo que es innegable. Es un pueblo precioso y con unas vistas inmejorables. Bonito por su patrimonio, sus callejuelas, miradores y bodegas. Bonito por su entorno, los Arribes del Duero.
Actualmente, al municipio se le conoce como El Burgo de Osma-Ciudad de Osma, siendo la Ciudad de Osma el núcleo histórico altomedieval, y El Burgo de Osma la villa aledaña, declarada de Interés Turístico. Cuenta con uno de los recintos medievales mejor conservados de toda la provincia, y mucho que ver y conocer. Para que no te pierdas nada, te recomendamos que visites la Oficina de Turismo local, situada en la Plaza Mayor, en la que fuera capilla del antiguo Hospital de San Agustín, hoy Centro Cultural.
El Burgo de Osma es una de las localidades más importantes de la provincia de Soria, y ha sido declarada Villa de Interés Turístico y Conjunto Histórico Artístico. Ubicado a orillas del río Ucero, El Burgo de Osma es un antigua villa soriana que posee un espléndido patrimonio monumental, por lo que toda la localidad ha sido declarada Conjunto Histórico-Artístico.