Villanueva de la Cañada quedó totalmente destruido como consecuencia de la Guerra Civil española (1936-1939), por lo que se tienen pocos documentos sobre su historia, y no cuenta con ningún tipo de patrimonio histórico-artístico anterior a 1939.
En su término municipal sí se conserva, aunque en ruinas, el castillo de Aulencia, situado en las proximidades de la urbanización de Villafranca del Castillo, elevado sobre un pequeño cerro. Fue residencia del jefe árabe que gobernaba sobre esta zona, y tiene las características típicas de este tipo de fortificaciones; cuenta con doble muralla, seis torres cilíndricas en las aristas de los muros y un torreón en el centro. Fue usado, además, como fortín durante la Guerra Civil, en la batalla de Brunete, por lo que se pueden observar huellas de los impactos.
Ujué es un pueblo encaramado en la sierra con una iglesia fortaleza que impresiona vista desde la distancia. Surge en tiempos de la reconquista como un castillo fronterizo desde donde vigilar la ribera de Navarra. Ujué estaba rodeada de murallas hasta que en el siglo XVIII, con el crecimiento de su población, se ordena su derribo. ¿Por qué surge tan bello pueblo en tan encrespado lugar? Todo se debe a la insistencia de una paloma, que de una gruta entraba y salía, y a la cual un pastor trató de ahuyentar.
Uclés se extiende en la estribaciones de la Sierra de Altomira en un paisaje poblado de pequeños cerros y mesetas que le dan un aspecto ondulado a este rincón de La Mancha. El casco urbano está condicionado por la suave pendiente del cerro, coronado por el monumental castillo de origen árabe y reforzado después de la Reconquista. De la antigua fortaleza sólo quedan tres torres, de las cuales una es la torre albarrana, un lienzo de muralla y la Puerta del Agua o Arco de la Fuente.
La herencia cultural de Graus sobrevive en su arquitectura, sus tradiciones y sus muestras de arte. La ciudad medieval sigue viva en sus calles y en su casco antiguo, declarado Conjunto Histórico y en el que todavía se conservan partes de la muralla y tres de sus puertas. La Plaza Mayor constituye un lugar único en el que conviven diferentes estilos arquitectónicos y destacan también en la ciudad la Basílica de la Virgen de la Peña, la iglesia parroquial de San Miguel (ambas de origen románico), el medieval Puente de Abajo y las tres casas-palacio (Barón, Heredia y Bardaxí). Son solo algunas de las muestras de una localidad que ofrece historia, monumentos, arte (con su singular románico) y al mismo tiempo naturaleza, rutas de senderismo y bellos enclaves naturales.
Mutriku es la localidad más occidental del litoral guipuzcoano. Edificada sobre una pendiente ladera que desciende del monte Arno (628 m), esta pintoresca villa pesquera, cuna de los eminentes marinos Antonio Gaztañeta y Cosme Damián Churruca, fue fundada a comienzos del siglo XIII y aún conserva su trazado medieval y vestigios de sus antiguas murallas.
Hoy en día mantiene Laguardia el urbanismo típico de los pueblos medievales, tres calles principales, estrechas y alargadas, atraviesan la población de norte a sur. Se unen entre ellas por callejas o plazas y la población se ciñe con una monumental muralla.
Todo el pueblo se encuentra horadado por bodegas o cuevas familiares que hacen que sus calles sean totalmente peatonales.
Su origen musulmán parece incontestable, aunque de este período solo se conservan el trazado original y parte de su basamento. Se ubica su realización en el siglo XI, por las descripciones recogidas en las fuentes árabes y por la disposición típica de medina, estructura urbana habitualmente fortificada.
Las murallas que conforman la Villa se disponen de forma irregular para adaptarse a las diferentes cotas de nivel, y aunque muestran una ligera tendencia a la forma rectangular, abarcan un área amesetada amplia.
El castillo de Olivenza es lugar de máximo interés, pues conserva murallas del siglo XIV. Actualmente, esta fortificación acoge el Museo Etnográfico González Santana, donde poder ver actividades de la vida en la comarca de Olivenza durante principios de siglo XX.
Sus dieciséis torres, seis portales y casi dos quilómetros de muralla configuran una silueta única, coronada por el imponente castillo. Declarada Conjunto Histórico-Artístico, con un excelente trabajo de rehabilitación municipal que ha sido reconocido por las ciudades Patrimonio de la Humanidad con el premio Patrimonio y que posee la declaración de la UNESCO en el abrigo rupestre de Morella la Vella, esta ciudad te seducirá también por su tradición, monumentos, gastronomía, folklore y su entorno.
Situada en el extremo norte de la Comunidad Valenciana y a sólo 60 kilómetros de la costa, Morella aparece en los ojos del visitante envuelta del encanto que le transmiten la posición estratégica, que llena el paisaje, y las murallas centenarias coronadas por el robusto castillo a más de mil metros de altura.
Monasterio de las Huelgas, Burgos, Castilla y León
Monasterio cisterciense de los siglos XII y XIII, fundado por el Rey Alfonso VIII y su esposa en 1188 para albergar a monjas cistercienses. El exterior del Monasterio dibuja su fuerte torre defensiva y restos del recinto amurallado. Rodeado de una muralla almenada, monasterio de traza románica y gótica.
La Alcazaba de Almería posee tres recintos amurallados, uno de los cuales fue construido por los Reyes Católicos. Fue residencia real y hoy permanece en pie el palacio de Al-Mutasin con todas sus estancias, su mezquita, convertida en iglesia desde finales del siglo XV, y sus baños. Tiene una sola puerta de acceso, casi invisible por las enormes murallas, y amplias estancias de techos abovedados y puertas góticas.
La villa tiene un carácter claramente medieval, entre murallas y con calles estrechas e irregulares. Fruto de este origen medieval es el castillo de los barones de Santa Pau, documentado de mediados del siglo XIII, y situado sobre una cima a los piés de la Sierra de Finestres. El año 1971 Sant Pau fue declarada conjunto histórico-artístico Nacional.
Su trazado tiene forma de rectángulo irregular y está fortificado con torres y cubos coronados por almenas. Tiene nueve puertas de ingreso a la ciudad, la más espectacular de las cuales es la del Alcázar. Fue declarada Monumento Nacional en 1884.
El recinto amurallado tiene origen medieval. La muralla sirvió para controlar la entrada de víveres, el paso de mercancías, y para aislar la ciudad de posibles pestes y epidemias, además de para su función defensiva.
Albarracín es un precioso pueblo situado al suroeste de la provincia de Teruel, en Aragón.
Está construido en una colina de los Montes Universales, rodeado casi por completo por un profundo tajo creado por el río Guadalaviar, lo que le sirve de foso defensivo. Defensa que complementan las imponentes murallas que finalizan en el castillo del Andador.
Tras la conquista romana, Carmo, se convirtió en uno de los municipios más importantes de la Bética, como lo demuestran sus murallas, sus puertas de Sevilla y Córdoba, sus termas o su necrópolis.
Su planta es angular. Al interior se accede por una puerta jalonada de dos grandes fustes de columna lisos y un dintel. Entre las estancias del interior, hay varias de planta rectangular y cubiertas con bóvedas esquifadas. Sobre esta torre se construyó, en el año 1582, un templete campanario, para cobijar la campana mayor de la ciudad. Unida por un lienzo de muralla a esta torre, está la conocida como Torre Blanca, la cual sorprende por la perfección técnica demostrada en su fábrica de sillería.
Auténtica villa medieval rodeada de murallas almohádes del siglo XIII. La antigua "Xurquera" está situada en una hoz formada por el discurrir meadrizante del río. Diversas civilizaciones dejaron su huella en este pueblo (íberos, romanos, visigodos, etc.) no obstante aun conserva un halo medieval a través de las numerosas casas decoradas con heráldicos escudos.
La de Puerta de Moros es una plaza que une la de la Cebada y la calle de San Francisco, y dónde antiguamente estaba situada una de las puertas de la muralla cristiana de Madrid.
Al siglo X corresponde el bastión denominado Alcázar y la Torre del Andador. En el siglo XI, los reyes de taifa de Albarracín construyeron las murallas que rodean el arrabal de la Engarrada. Finalmente, tras la Reconquista los señores cristianos y los reyes de Aragón erigieron nuevos tramos de muralla y la mayoría de los fuertes y torres que se conservan.
El entramado urbano se organiza a partir de dos calles perpendiculares que terminan en la plaza Mayor, siguiendo el esquema de los campamentos romanos. Conserva todavía algunos vestigios de muralla de piedra y ladrillo que rodeaba esta población. Tiene un puente medieval, en piedra de sillería con diez ojos de arco apuntado y tajamares en los pilares. En su origen este puente tenía un castillo de defensa construido a un tercio de la entrada.
En el siglo XIV, época en la que se construyó la muralla, pasó a manos del arzobispado de Tarragona, que conservó hasta el siglo XIX, aunque en el siglo XVII tuvo que compartir el señorío con la familia Montserrat, cuando en 1681 Carlos II concede a Francisco de Montserrat el título de primer marqués de Tamarit.