Amigo _polifemo, es evidente que los que diseñaron la simulación, intentaron superponer la imagen del palau sobre un fondo del que procuraron sustraer toda evidencia de otra arquitectura actual, a fin de obtener una foto con perspectiva tomada desde el Puente del Real y que reflejara solo y exclusivamente el aspecto que tendría dicha edificación.
Y en efecto me has tocado una fibra muy sensible respecto a "la pagoda", pues no se me va del recuerdo la bonita y romántica imágen del desaparecido palacio Ripalda que antes ocupaba esos terrenos.
Me llama la atención rbernalmarco la foto que adjuntas en el primer post. La simulación de lo que sería el palacio con las arboledas de Viveros detrás y la "Pagoda" (edificio problemáticos desde que se abrió su primera zanja), de la que aventuraría que han recortado restándole bastante altura.
¿Que opinas?.
Un saludo.
Edito para adjuntar una captura de Gmaps. Creo que aplicaron photoshop incluso para hacer desaparecer el edificioblanco.
El otro día me di una vuelta por el trozo de excavación del Palacio Real de Valencia, expuesto en el interior de los Jardines del Real junto a la muntanyeta del general Elío, y reviví lo que fue aquella impresionante e histórica edificación tristemente desaparecida.
La muntanyeta del general Elío que siempre ha mostrado, dentro de los jardines, ser un lugar encantador y misterioso elevado sobre la planicie del conjunto, revive hoy junto a las excavaciones, el recuerdo de lo que fue su constitución básica: el amontonamiento de los escombros provenientes del derribo del Palacio Real.
Las excavaciones expuestas en los Jardines del Real son solo una parte de lo descubierto en 1986 cuando fue levantado el asfalto de la calle General Elío por causa de las obras de los colectores de la ciudad. La parte que se encontraba bajo dicha calle fue tapada de nuevo para no perjudicar el transito.
Los puntos de la excavación están perfectamente determinados en relación a los planos originales del edificio y señalados por tableros de información. También hay un centro de interpretación, pero está cerrado.
En esta comarca os esperan innumerables construcciones edilicias que hablan de su pasado, de manera que podrás visitar la iglesia de San Nicolás de Bari, el imponente Palacio de Camposagradoó la imperdible Plaza del Carbayo.
Guadalajara tiene una historia muy interesante que está íntimamente vinculada al paso de los duques del Infantado por la capital de La Alcarria. De su legado monumental sobresale el imponente Palacio del Infantado.
Este hotel pone a disposición de todos sus clientes 62 completas habitaciones con baño completo, televisión, teléfono, minibar para que los clientes puedan tomar lo que deseen, entre otros servicios igualmente apetecibles, para que así todos los turistas puedan disfrutar de unas vacaciones tranquilas.
El Palacio de Castellanos es uno de los hoteles recomendables con el que se encuentran los turistas que viajan hasta esta estupenda ciudad. Se trata de un elegante establecimiento hotelero que ofrece todo el confort de un hotel de cuatro estrellas.
El nombre de Isla del Barón le viene del Barón de Benifayó, quien construyó un palacio de estilo neomudéjar en esta isla, conocido como la casa del barón. La Isla Mayor posee un bosque de palmitos único en Europa y cuenta también con una gran riqueza ornitológica. Paisaje Protegido.
Este pequeño palacio, conocido como Villa Astrida, era el lugar de veraneo del difunto rey Balduino I de Bélgica y la reina Fabiola, en Motril, Granada.
Esta frente a la conocida Playa Granada y con el Mediterraneo bañando su valla.
Fue el lugar donde murió el 31 de julio de 1993.
Balduino I de Bélgica (Baudouin Albert Charles Léopold Axel Marie Gustave de Saxe-Cobourg et Gotha) (Laeken, 7 de septiembre de 1930 – Playa Granada, Motril, 31 de julio de 1993)
Más allá de las razones puramente sentimentales, la ubicación de la vivienda del príncipe Felipe (con 3.150 metros cuadrados, 1.771 de ellos útiles) fue decidida por la Casa Real y Patrimonio Nacional tras descartar la posibilidad de restaurar o adaptar algún edificio histórico.
Se atendió para ello a una serie de cuestiones prácticas, empezando por la posibilidad de aprovechar al máximo la infraestructura del Palacio de la Zarzuela (terreno propio, sistema de telecomunicaciones, seguridad), y pensando que en un futuro será también, muy probablemente, la residencia oficial del jefe del Estado.
Estos edificios constituyen, junto con la vivienda presidencial y un discreto pabellón del Consejo de Ministros, el conocido como complejo de la Moncloa. Así, dentro de éste, el palacio y sus jardines están vallados y aislados del resto, preservándose la intimidad del presidente y su familia. Sólo el pabellón de Consejos, construido para albergar las reuniones del Gobierno, y algunos despachos y salones funcionales destinados al uso del presidente del Gobierno y sus colaboradores más cercanos, se hallan incluidos en el recinto mismo del palacio. A su vez, todos los edificios del complejo presidencial están comunicados entre sí a través de un búnker subterráneo que se construyó tras el Golpe de Estado del 23-F, como prevención de seguridad para el Gobierno y su presidente. Este búnker acoge también una sala de prensa y un estudio de radio, con el fin de garantizar la comunicación del Gobierno en cualquier eventualidad, por grave que ésta sea. En cualquier caso, el búnker es utilizado habitualmente como nexo interior de los distintos edificios del Complejo.
El rey Felipe IV envió a construir en el siglo XVII un pequeño palacio, ubicado en un sitio llamado La Zarzuela, cerca de Madrid. El nombre hace alusión a la abundancia de zarzas. Era un edificio rectangular con dos pasillos laterales y techo de pizarra. Luego Carlos IV le hizo modificaciones al edificio para acomodarlo al gusto del siglo XVIII, añadiendole tapicería y porcelana, además de nuevo mobiliario que incluía una gran colección de relojes, la construcción sufrió daños graves durante la Guerra Civil.
A la construcción original del siglo XVII se le han agregado nuevos edificios. Actualmente, la residencia de la familia real está distribuida entre el edificio principal y dos plantas conjuntas hacia la derecha e izquierda. Los alrededores del palacio están rodeados por una rica fauna, posee, además, una pequeña ermita, una zona deportiva y un helipuerto.
De inmediato, se planteó la necesidad de procurar una residencia digna y cómoda, puesto que el escenario de representación ya lo proporcionaba el histórico palacio de La Almudena. Fue así como las autoridades isleñas decidieron ofrecer y acondicionar el palacete de Marivent, que goza de un emplazamiento privilegiado en la Bahía de Palma. Se trataba de la antigua mansión de un acaudalado residente griego, que, en disposición testamentaria, la había legado, por vía de Fundación, para marco de exposición de sus colecciones y otras actividades culturales, que distaban de haber tenido relevancia. Se estimó, por ello, que la mejor función que podía asumir el edificio era transformarse en residencia regia de verano, que aunase a la comodidad, tan deseable en esta época, la prestancia y el decoro imprescindibles.
Ha transcurrido más de un cuarto de siglo desde que la Familia Real de España, decidiera veranear en Mallorca. Se trataba de una opción novedosa, ya que durante la Restauración, tanto la Reina Regente Mª Cristina de Habsburgo-Lorena como Alfonso XIII habían preferido las costas cantábricas, tal y como, recuerdan los palacios de Miramar en San Sebastián y, en Santander, La Magdalena. Como es natural, la isla, cuya fuente primordial de ingresos es la actividad turística, acogió la elección con todo el calor e interés por una presencia tan emblemática, que suponía propaganda y reclamo de primer orden.
El palacio se encuentra en la ladera de la sierra del Guadarrama, y sus inacabables paredes de granito gris y su aspecto austero iniciaron una tendencia arquitectónica conocida como desornamentado. La sobria basílica y los simples apartamentos reales esconden la riqueza de la colección de arte de los Habsburgo, que mayoritariamente se encuentra en otros edificios del recinto como la biblioteca y el panteón real.
Lo más destacado de la basílica es su suntuoso altar y, en la capilla, el impresionante crucifijo de Benvenuto Cellini. La biblioteca, con su techo abovedado decorado con frescos de Tibaldi, contiene 40.000 libros y manuscritos; y el museo alberga otras de Tiziano, Tintoretto y Bosch. Asimismo, un espléndido fresco de Giordano decora la escalera principal del monastario agustiniano.
Por último, el panteón real es un tanto desconcertante. Una escalinata desciende hasta la sala octogonal, pasando por el pudridero, una sala donde se dejaban descomponer los cadáveres reales durante varios años antes de desplazarlos a los féretros dorados y de mármol que cubren las paredes de mausoleo.
El PALACIO REAL tiene las proporciones poco estimulantes de una enorme caja de zapatos. Fue diseñado por arquitectos italianos para ocupar el lugar del Alcázar (destruido por un incendio) a orillas del Manzanares, en el año 1734. En contraste con el exterior austero, el interior es muy suntuoso y tiene una importante colección de obras de arte de modo que habrá que desembolsar el precio de la visita guiada obligatoria.
Actualmente el parque cuenta con una superficie de 94.960 m2, de los cuales 16.660 m2 corresponden a viales, 1.300 m2 a edificios o ruinas y 780 m2 al estanque.
Dentro del Parque de Cristina Enea se puede observar que existe una construcción que viene a ser el pequeño Palacio del Duque de Mandas, el cual posee un estilo vasco, con entramado de madera en la fachada, al frente de este palacio se encuentra el busto del Duque realizado por Joaquín Barriola.
Por fuera no parece un edificio tan noble. Pero por dentro si que es una autentico palacio.
Master, podríamos decir que es mayor su valor histórico que arquitectónico. Al fin y al cabo, fue el primer sustituto, en sus funciones, del Palacio Real de Valencia, derribado en la Guerra de la Independencia.