La villa de Candelario se escalona en la ladera de la sierra de su mismo nombre, lo que hace inevitable que su entramado callejero sea complicado, con las calles principales en el sentido de la pendiente y las calles y callejas secundarias transversales a las anteriores. Esta falta de horizontalidad confiere a sus rincones un sabor y una estética especial y, en consecuencia, el paseo por el interior de su casco urbano es cansado, pero siempre relajante y placentero.
En Briñas nos dimos un paseo muy agradable entre sus callejuelas. Llegamos sin esperar nada y nos fuimos con una grata sensación. Los viñedos rojizos fue los primero que nos encontramos al llegar rodeando esta pequeña villa, también perfilada por el caudaloso río Ebro a la altura del Tondón, meandro del río, y lugar que da nombre a Villa Tondonia (bodega de la que os hablábamos anteriormente). Fuera de sus límites, casi para cualquier lugar que miraras todo te recordaba al vino: viñas y agua.
Sin duda, el mayor atractivo de esta pequeña localidad canaria es la playa de La Garita. Con casi un kilómetro de longitud, cuenta con una ubicación ideal que la cobija de los fuertes vientos habituales en la zona. De fina arena dorada, sus aguas son muy tranquilas. Hay una isla artificial de piedra que resulta perfecta para practicar la pesca. La playa está equipada con duchas y vestuarios, y en el paseo de acceso hay una agradable terraza que sirve tapas y platos variados.
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En este paseo por Arenas de San Pedro visitaremos los lugares más interesantes que alberga esta histórica localidad situada en la vertiente Sur de la Sierra de Gredos, en la comarca natural del Valle del Tiétar. Por su clima benigno, Arenas de San Pedro ha contado con el beneplácito de la nobleza y el clero. Desde los primeros albores del núcleo, fue el Convento de San Agustín el primer asentamiento, ubicado en la zona que conocemos como el Alto de San Agustín (queda constancia del paso de Fray Luis de León como novicio); fue incendiado y destruido en la Guerra de la Independencia.
La naturaleza y el ser humano han sabido crear en esta población un conjunto armónico en las que excelentes playas y un agradable paseo marítimo conviven con un rico patrimonio arquitectónico .
La Plaza Mayor o Plaza de España de Olivares (Sevilla) es un conjunto declarado Bien de Interés Histórico-Artístico el 22 de julio de 1971. De planta trapezoidal alargada, cuenta con un paseo rectangular ornamentado con dos líneas de naranjos, bancos metálicos y un par de magníficas farolas de fundición fechables en el tránsito del s. XIX al XX que representan dragones alados, máscaras, frutos y hojas, salidas de la desaparecida fábrica sevillana de San Antonio.
Calles estrechas y laberínticas, casas blancas con planta de cubo, adornadas por coloridas macetas permiten un paseo tranquilo por esta bella Villa, que puede ser admirada en su totalidad desde La Atalaya (torre vigía), ubicada en un promontorio de fácil acceso. Níjar es pueblo artesano en el que la cerámica y las “jarapas” tienen total protagonismo, donde una vez más el pasado árabe queda patente en su fabricación en los talleres que aún perviven.
Flores que pintan la estampa del pueblo con colores vivos como si de un lienzo se tratase e infunden en el ambiente un aroma que hace del paseo por sus calles una experiencia inolvidable. Lucainena de las Torres es sin duda una joya a descubrir.
Agua Amarga es parte del distrito municipal de Níjar . Se puede llegar al pueblo desde Carboneras hacia el norte, o hacia el interior desde la autopista, sin embargo, el acceso desde el sur es solo a pie o en bicicleta.
El tradicional pueblo virgen se encuentra en una playa de 500 metros de largo, con casas y restaurantes a lo largo de la playa. Si bien no hay un paseo marítimo como tal, es muy agradable pasear por la playa.
Este pueblo de pescadores no tiene puerto; en cambio, pequeños botes de pesca son arrastrados hacia la playa. Puede probar el pescado recién pescado en el magnífico restaurante de pescado frente al mar de fama local llamado " El Playa ".
En cuanto a la arquitectura religiosa, son múltiples los conventos e iglesias que encontraremos a nuestro paso, con extraordinarios retablos e imaginería, de las que podemos destacar: la de San Agustín, Santa Clara, San Carlos el Real, Ntra. Sra. del Carmen, Santo Domingo, el convento de Santa Catalina o la iglesia del convento de La Concepción. Edificios civiles como La Torre del Agua, el monumento más antiguo de Osuna, el Pósito, el Arco de la Pastora o la Casa consistorial, enriquecen esta joya patrimonial.
Los extensos y ricos parajes naturales que posee Osuna forman parte del atractivo de la localidad, un entorno idóneo para que los amantes de la naturaleza disfruten de la práctica del senderismo, la pesca de carpas en el Pantano del Río Corbones o largos paseos a caballo.
Liébana es un lugar excelente para el disfrute de la naturaleza, a caballo entre la Reserva Nacional de Caza y el Parque Nacional de Picos de Europa, donde se encuentra el hábitat de diversas especies muy escasas, como el rebeco, el águila real, el urogallo o el oso. Predominan los bosques de roble, encina y haya. Los ríos, por su parte, tienen una gran fama truchera. Pistas forestales, caminos vecinales y una buena cantidad de senderos, algunos muy bien señalizados, son una invitación permanente al paseo y la caminata.
En el vuelo del pueblo, un paseo inolvidable por los senderos que recorren el cañón afanosamente labrado por el río. Y muy cerca del casco urbano, el Centro de Visitantes del Parque Natural de la Sierra de Castril, donde encontramos una cuidada muestra de objetos y utensilios propios de la vida cotidiana de la gente del lugar hasta no hace muchos años, y completa información sobre el Parque Natural, espacio protegido que, con una superficie de 12.665 hectáreas, se halla íntegramente incluido en el término municipal de Castril.
Biar es una población con un rico patrimonio histórico, ya desde lejos se ve su elevado castillo, declarado Monumento Nacional. Destacan también la iglesia parroquial, el santuario de la Mare de Deu de Gràcia, el acueducto medieval, los pozos de la nieve, el hermoso casco antiguo y mucho más. Dando paseos por los alrededores se puede encontrar varios yacimientos prehistóricos, además de varios enterramientos en la zona del castillo y la Cova Negra.
Sus calles recuerdan aquel pasado con numerosos edificios religiosos y civiles de la época: palacios, iglesias, ermitas, conventos.
Vale la pena darse un paseo por sus alrededores, ya que en pocos kilómetros se hallan monumentos tan destacados como el castillo de Javier y el monasterio de San Salvador de Leire, así como espectaculares paisajes: las foces de Lumbier y Arbayún, y los valles de Roncal y Salazar, ya en los Pirineos. No se vaya de Sangüesa sin admirar su artesanía, y sin probar su deliciosa gastronomía, donde no faltan las verduras y legumbres, las carnes rojas, el queso, las setas, la caza y la pesca.
En sus alrededores podrás visitar la ermita de Santa Elena y dos dólmenes del neolítico a los que se puede acceder andando a través de un sencillo paseo. Si tienes ganas de aventura, no te pierdas el espacio de multiaventura Polituara y la vía ferrata. Un recorrido ideal para hacer con niños es la Ruta de los Búnkers de Biescas. El itinerario parte de las proximidades del fuerte de Santa Elena y recorre las obras fortificadas construidas durante la posguerra para defender la línea fronteriza.
El paseo por los mejores lugares de Montánchez, incluidas las ruinas del castillo, lleva media jornada. Se trata de un destino que destaca por sus excelentes elaborados cárnicos y jamones con DO. Para alargar la escapada es recomendable sumergirse en el Parque de Llanos de Cáceres y Sierra de Fuentes.
Como Garraitz no pudo ser, estuvimos de paseo por el casco antiguo, disfrutando de la Basílica de la Asunción de Santa María y, sobre todo, alucinando viendo el interior del Faro de Santa Catalina. Lleva en activo desde 1862 y actualmente es el único faro visitable de los 15 que hay en Euskadi.
Aprovechar su bello entorno natural de la Sierra de San Vicente para dar paseos y descubrir lugares de ensueño, como la fuente de las Veneruelas, con tres caños y abrevadero del siglo XVII y estilo barroco, el pozo de Nieve o los cantos, un conjunto de piedras con formas que recuerdan a osos o patatas.
Pero es, sin duda el entorno natural lo que envuelve a Beteta en belleza y encanto. La Hoz de Beteta, a un paseo del pueblo es un sobrecogedor escenario que la naturaleza ha esculpido en la roca y trazo de la cuenca. El Guadiela quiebra el terreno formando un cañón fluvial donde el paisaje se enseñorea de belleza y espectáculo, este estrecho pasillo del río con paredes de más de 80 metros, transita durante unos seis kilómetros por esa brecha que a su paso puebla de jardín natural su entorno.
En este paseo nos encontraremos distintos edificios. Desde el Monasterio de Santa María del Parral, la Casa de la Moneda, la iglesia de la Vera Cruz, (la más diferente en segovia por su forma), el Santuario de Nuestra Señora de la Fuencisla, (Patrona de la ciudad de Segovia) el Convento de los Padres Carmelitas Descalzos (fundado por San Juan de la Cruz).
Ruta Valle del Eresma: realizaremos un paseo muy agradable partiendo desde el acueducto, descubriendo el cinturón verde de la ciudad de Segovia. Una zona desconocida de la ciudad y con mucho por descubrir. Lugar de grandes tesoros naturales y monumentales.
Puerto de Donostia - San Sebastian, Gipuzkoa, Euskadi
El crucero 'Sea Dream I' ha realizado esta mañana una parada en Donostia para que sus 180 pasajeros y tripulantes puedan disfrutar de la ciudad. El barco fondea alejado de la costa loentre la isla de Santa Clara y el paseo Nuevo.
El puerto viejo de Algorta, el molino de Aixerrota, el centro de interpretación de la técnica de pesca Agurtza, el paseo de las grandes villas, las galerías de Punta Begoña y mucho más. Una zona, idónea para comprender la cultura e historia vasca mientras disfrutamos del ocio que nos ofrece el puerto deportivo de Getxo y la playa de Ereaga.
A lo largo de los siglos, el puerto fue cambiando poco a poco. No obstante, el cambio más radical lo sufrió en 1992, cuando el Plan Especial del Puerto permitió su ampliación hacia el sur, convirtiendo así una parte del mismo en un espacio de ocio y paseo. Un lugar con restaurantes, bares y pubs nocturnos. El fin era claro, intentar que el puerto tuviera menor impacto visual sobre la ciudad, algo que se consiguió con creces.
Gran Tarajal cuenta con un paseo marítimo en las inmediaciones de la terminal portuaria, con restaurantes y establecimientos comerciales en los que disfrutar de una tarde al sol y en los que contemplar las calmadas aguas de su playa urbana. Esta zona de la isla canaria de Fuerteventura se caracteriza por un gran desarrollo económico.