Este tema esta hecho para los dirigibles civiles y NO TIENEN NADA QUE VER CON DIRIGIBLES ESPIAS
LISTO ACLARADO ESTO... VAMOS CON EL TEMA!!
En 1782 un francés, el fabricante de papel Joseph Montgolfier, observando el humo y el aire caliente que subían de un fuego, tuvo una idea genial.
Construyó un globo pequeño con tela ligera, lo hinchó con aire caliente y cuando lo dejó libre lo vio, con comprensible satisfacción, elevarse hacia el cielo.
Pocos meses, después los hermanos Montgolfier repitieron el experimento delante del rey y la reina de Francia. Esa vez, para hacer aún más emocionante el vuelo, ataron al globo una barquilla en la cual pusieron un ganso, una oveja y un gallo.
Al año siguiente, dos valientes se ofrecieron para el primer vuelo humano: su aeróstato se deslizó a lo largo de los tejados de París, corrió muchas veces el riesgo de encenderse y finalmente aterrizó a diez kilómetros de distancia.
Ya en los primeros años del siglo XIX, el éxito de los aerostatos, en toda Europa, era grandioso: se construían globos cada vez mayores y más bonitos, se realizaban empresas cada vez más ambiciosas.
Pero los globos, no obstante todos los perfeccionamientos, tenían un gran inconveniente: no podían ser guiados, el viento los llevaba donde quería.
Se intentó resolver el problema proveyéndolos de timón, de palas, de remos, de velas y de hélices.
La solución empezó a perfilarse hacia la mitad del siglo XIX. En 1852 el francés Henri Giffard aplicó a un aerostato en forma de cigarro un motorcito de vapor que desarrollaba una potencia de tres caballos.
Por lo tanto, el inventor del dirigible es el francés Henri Giffard (1825-1882) en el año 1852
La hélice accionada por el motor movía el conjunto a la velocidad máxima de 10 kilómetros por hora. Poco, pero era el buen camino. Había nacido el dirigible, el aerostato que, como dice la palabra, puede ser guiado en la dirección deseada.
El hombre que perfeccionó los dirigibles y los hizo famoso fue el alemán Ferdinand von Zeppelin.
Sus grandes dirigibles, dotados de motor de gasolina, llevaron a cabo empresas que en aquella época desataron muchas controversias.
Con su dirigible “Zeppelin I”, de 128 metros de largo, voló diversas veces. En 1900, alrededor del lago de Constanza.
En 1910, con el dirigible “Deutschland”, fue inaugurado el primer servicio aéreo de pasajeros.
Ahora ya no se trataba de navecillas expuestas a los caprichos del viento. Las de Von Zeppelin eran grandes aeronaves dotadas de todas las comodidades, capaces de viajar silenciosamente a 6o kilómetros por hora, velocidad que para aquella época no era de ninguna manera despreciable.
En 1920 el dirigible “Graf von Zeppelin” pudo conseguir la gesta de dar la vuelta al mundo en 21 días. Dos años después la misma aeronave inauguró la línea de pasajeros entre Alemania y Brasil.
Pero el mismo motor de gasolina que había permitido al dirigible tanta afirmación estaba concediendo a las máquinas más pesadas que el aire, los aeroplanos, una supremacía cada día mayor.
El fin del dirigible, que era de cualquier modo inevitable, fue acelerado por un terrible accidente.
El 6 de mayo de 1937 el dirigible “Hindenburg”, la última creación de Von Zeppelin, durante un aterrizaje en Lakehurst, en los Estados Unidos, fue destruido por un fulminante incendio. Los 35 pasajeros del dirigible murieron en la gigantesca pira.
Aquel trágico suceso, al cual siguió después de breve tiempo la segunda Guerra Mundial, puso fin a la era del dirigible Rígido.
Pero no el fin del todo!!!