Cañonero General Concha.
En el año 1883 fue construido en los astilleros de El Ferrol el cañonero "General Concha", fue una de las naves que le quedó a España después del Desastre del 98, cuando la guerra contra los Estados Unidos (recordemos su acción en Puerto Rico,
en este post del foro ). En el año 1913 el "General Concha", reconvertido en sus funciones, se dedicaba a la vigilancia de las costas de Marruecos, tratando de impedir las posibles acciones de contrabando que llevaran armas a los rifeños o para servir de apoyo a cualquier posición costera española si era necesario.
Los gobiernos españoles de finales del XIX y el primer cuarto del siglo XX ya tuvieron que afrontar y resolver situaciones de piratería, secuestros, rescates e intercambio de prisioneros en tierras africanas. Los moros de la cabila de Bocoya, que estaba situada entre lo que hoy es Alhucemas y el Peñón de Vélez, apresaban a todos los barcos que «encalmaban» o «embarrancaban» por aquellas aguas. Todo eso ocurrió antes y durante los años en los que Marruecos estaba bajo el Protectorado de Francia y España.
El cañonero, procedente de Almuñécar y con rumbo a Alhucemas, se encontraba navegando en las inmediaciones de la ensenada de Busicú, cuando a las 07:40 horas, y habiendo perdido la referencia de la costa por culpa de una densa niebla, embarrancó violentamente en territorio dominado por la Cabila de moros rebeldes de Bocoy, a unas cinco millas de Alhucemas.
Los moros atacaron desde la costa con fiereza y con fuerzas veinte veces superiores a la imposibilitada embarcación que se hundía poco a poco, donde sus tripulantes se defendieron con extrema heroicidad, sufriendo bastantes muertos y algunos capturados.
Se resistió hasta las 17:00 horas, momento en que hicieron acto de presencia el vapor Vicente Sáenz, y el cañonero Lauria que iniciaron el salvamento en medio del fuego y algún que otro parlamento con el enemigo. Pasadas las dos de la madrugada aparecieron el cañonero Recalde y el crucero
Reina Regente.
Los moros pidieron rescate por los prisioneros capturados, petición que fue rechazada por el mando español que por toda respuesta ordenó al crucero
Reina Regente y al Lauria bombardear la costa, destrozando también con sus cañones los restos del Concha.
Una lección de heroísmo y de algo más, quizá ejemplarizante para semejantes situaciones de hoy día.
En el kmz, una narración más amplia de la tragedia del Concha.