montañas Ardientes, Xingjiang, China
¿por qué no continuar explorando este sobrecogedor enclave, uno de los más emblemáticos de la Ruta de la Seda? Aunque las razones para hacerlo son muchas, los impactantes paisajes lunares que exhibe este rincón del país asiático merecen una atención especial. Buena muestra de ello es el destino de hoy: las cautivadora montañas Ardientes (Hou Yan Shan).
Éstas se hallan al este de los conocidos pozos de Karez, un antiquísimo y sorprendente sistema de regadío subterráneo que aprovecha el agua del deshielo. Se trata de una cordillera de arena y piedra cuyas cimas más elevadas superan los de 850 m de altitud (el promedio se sitúa en torno a los 500 m), y cuya extensión ronda los 100 km.
Esta cadena montañosa debe buena parte de su popularidad —sin desmerecer su sobrecogedor aspecto y las elevadas temperaturas que allí suelen registrarse, cercanas a los 50º C durante el día— a la célebre novela del siglo XVI ”Peregrinación al Oeste“, en la que se describen los viajes de Xuanzang. Nacido en la ciudad de Luoyang (provincia de Henan) ca. el año 602 d.C., este monje budista partió hacia la India en el 629 con la ayuda del emperador Taizong (627-649). A su regreso a China, que tuvo lugar 17 años más tarde, trajo consigo la friolera de 657 pergaminos, y empezó a instruir a sus discípulos en Chang’an (hoy Xi’an) hasta su muerte, acaecida en el 664.