Arévalo, Ávila, Castilla y León
Arévalo, capital de la Moraña, del románico-mudéjar castellano y de los garbanzos blancos y tiernos, es un pueblo grande e ilustre, con un castillo, tres grandes plazas, media docena de iglesias y ora media docena de palacios de fuste. Por su situación estratégica, Arévalo ha sido siempre cruce de caminos y calzadas, motivo que sirvió para que todos los pueblos llegados a la Península se establecieran en sus tierras, desde los celtas a los árabes, a quienes se debe la mayor parte de los monumentos existentes.