Hacía el norte, el territorio del jable, que va desde Famara hasta las playas del sur, propicia cultivos que aprovechan los nutrientes que aporta el mar. Su vinculación con el cultivo de la tierra, llevó a César Manrique a homenajear el trabajo del campesino isleño, con el Monumento al Campesino, que junto a la Casa Museo recoge en sus salas aperos rústicos, artesanía y otras herramientas tradicionalesde los antiguos habitantes. Hacia el sur surge la antesala de La Geria, salpicada de pequeños caseríos que contrastan con el propio núcleo urbano se San Bartolomé y La única salida al mar del municipio es Playa Honda, un núcleo residencial y dotado de todas las comodidades y servicios, que se ha convertido en el segundo más poblado de Lanzarote tras su capital, Arrecife.