En cierta ocasión, a mediados del siglo XIX, don José Manuel Fajardo, puntal del equipo de Las Tias de Fajardo, barrió con todos los hombres de la "vuelta arriba", quedando dicha noche como invencible campeón. Cuando ya se estaba celebrando la victoria apareció un tipo fuerte y bien dispuesto para retarle a una definitiva agarrada. Para sorpresa de todos cae el flamante campeón al tiempo que huye y desaparece el imprevisto atleta.