En la costa, entre la Escala y el Estartit, llama la atención un cabo, que visto cenitalmente asemeja un caballito de mar; es el Cap del Castell, una estrecha lengua rocosa que divide unos paisajes extraordinarios: al norte dos de las calas más bonitas, vÃrgenes y solitarias, como Cala Ferriol y Cala Foradada, y al sur el Golfo de la Morisca.
Pero lo más curioso es que en dicho cabo concurren dos hechos muy llamativos que podemos contemplar y que son, de por sÃ, un atractivo turÃstico marino:
El túnel natural más grande de toda Cataluña, “la Foradadaâ€, con 40 metros de largo, 11 metros de altura y 5 metros de ancho, que totalmente atraviesa transversalmente, a la altura del mar, en dirección norte-sur, la roca del Cap del Castell.
Es fácil de cruzar si se navega con una pequeña embarcación.
Además, junto al cabo, en su parte sur, a unos 35 metros de profundidad, se encuentra el pecio del Reggio Messina.
El transbordador ferroviario Reggio fue botado en marzo de 1960, realizando la lÃnea regular del Estrecho de Mesina y Villa de San Giovanni hasta 1987, momento en el que el Reggio fue retirado del servicio.
Desplazaba unas 4.973 toneladas, sus dimensiones eran de 128,50 metros de eslora por 17,7 metros de manga. Su capacidad de carga era de: 1.800 pasajeros más 34 vagones ferroviarios en 4 vÃas y 34 vehÃculos ubicados en la cubierta principal. Para embarcar los trenes y vehÃculos, disponÃa de dos compuertas ubicadas en proa y popa.
Después de un periodo de inactividad, el transbordador fue comprado para convertirlo en un restaurante flotante en Barcelona o destinarlo como centro de convenciones, sala de fiestas y restaurante durante los Juegos OlÃmpicos de 1992.
El Reggio llegó a Barcelona a finales de 1990 y desde entonces sufrió varios accidentes antes de su hundimiento en el puerto.
En este estado permaneció hasta que la Generalitat de Catalunya se hizo cargo de él, lo reflotó y lo reacondicionó para ser utilizado como arrecife artificial y fomentar el turismo subacuático. Nuevamente fue hundido, esta vez bajo control en la costa del Mongrà entre las localidades de el Estartit y la Escala, a aproximadamente unos 35 metros de profundidad, lugar en el que descansa en varios pedazos a causa de los temporales y las fuertes corrientes. (evdcortesia)