Hay lugares diminutos en el mundo, que sin embargo han sido y son importantes. Es el caso de Rockall, una roca que se encuentra a 301,4 km de la isla de Soay en Escocia y a 434 km del noroeste de Donegal en Irlanda, con un diámetro de 27 m de anchura y una altura de unos 23 m snm, con un área emergida de 570 m², y que como única población cuenta con un puñado de gaviotas.
Aunque ya era conocida y constaba en mapas antiguos, debido a su estratégico emplazamiento en las zonas de paso de los convoyes que transportaban suministros a Gran Bretaña durante la Segunda Guerra Mundial, es citado como lugar de referencia en las cartas de navegación, como una señal en mitad del mar para no perderse. El lugar cuenta ya con algunos graves naufrágios.
Hoy, tras arrogarse su soberanía Gran Bretaña y tras una serie de pintorescas ocupaciones, es disputada por cuatro naciones en litigio. El motivo, la presunción de yacimientos petrolíferos en las aguas de su entorno.