Patones de Arriba, Madrid
En el Valle del Jarama, frontera natural entre la Comunidad de Madrid y Guadalajara, se esconde a 60 kilómetros al noreste de la capital un pequeño pueblo que ha permanecido prácticamente inadvertido durante siglos. Incrustado en lo alto de un barranco, en una brecha de la cordillera, Patones de Arriba ha resistido incólume los embates del tiempo, aislado del resto del mundo e incluso gobernado por su propio “rey”.