Más pequeña pero igualmente de singular belleza se encuentra la cercana población de Kaprun. Reconocida estación de esquí en invierno, es la puerta de acceso al glaciar de Kitzsteinhorn en cualquier época del año. Otro de sus atractivos, además de ser el centro donde se sitúan la mayoría de actividades deportivas que se desarrollan en verano, es su castillo, una fortaleza medieval de pasado muy turbulento donde hoy se celebran ferias, festivales y conciertos de música. Merece la pena visitarlo.
Zell am See es una encantadora ciudad histórica de unos 10.000 habitantes que comparte nombre con el lago que se extiende a su orilla. Desde el mismo centro, además del maravilloso casco antiguo en el que se sitúan la mayoría de las tiendas y una amplia oferta de restaurantes, se puede subir en un moderno telecabina diseñado por Porsche al Mt. Schmitt (2000 m), desde donde parten multitud de senderos de montaña. Otro de los lugares de mayor interés lo encontramos en el propio lago Zell. En sus aguas cristalinas podremos dar tranquilos paseos a bordo del barco que lo recorre o darnos un chapuzón o simplemente deleitarnos con su belleza.