Las fértiles tierras del río Matarraña han propiciado que este lugar haya estado habitado desde la prehistoria. En el entorno de esta localidad turolense se conservan numerosos vestigios de este periodo, como las pinturas rupestres de Calapatar y del barranc dels Gascons, los grabados rupestres de la Vallrovira o las construcciones funerarias de els Villalongs. También los íberos y los romanos se asentaron en este territorio. Pero, al igual que sucedió con su vecina Beceite, quienes realmente determinaron el nombre a la localidad fueron los árabes.
Calaceite es una bella localidad turolense que tiene el privilegio de pertenecer al selecto grupo de los pueblos más bonitos de España. Cuenta con un casco antiguo plagado de casas solariegas e iconos patrimoniales construidos a base de piedra y forja que fue declarado Conjunto Histórico-Artístico en 1973.