Cementerio de
trenes Uyuni
El altiplano Boliviano es en su conjunto un mundo irreal donde los paisajes que encuentra el visitante se le antojan más propios de la imaginación de un pintor surrealista que de la propia obra y capricho de la naturaleza.
Uyuni es conocido popularmente por su salar, una gigantesca extensión blanca de sal y litio rodeada de abruptas montañas, pintorescos desiertos y lagunas de colores imposibles que son la delicia de flamencos y turistas. Y como broche de bronce para estos increíbles parajes, encontramos el viejo
cementerio de
trenes de
Uyuni, aunque para ser sinceros, en lugar de bronce deberíamos decir fierros retorcidos y oxidados.
El pequeño pueblo de
Uyuni, perteneciente al estado de Potosí, fue el primer lugar de Bolivia donde se escuchó el silbido de un
tren. Allí se tendió la primera línea ferroviaria del país en 1899, que unía
Uyuni con Antofagasta. El potencial de las minas de plata de Huanchaca hicieron que el ferrocarril pronto se convirtiera en columna vertebral del desarrollo industrial y como los juncos en las orillas fértiles de los ríos, muchos pueblos nacieron a la orilla fértil de las vías. Pero los
trenes partían repletos de...
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